Vista En: Cosmopolitan, lunes 16 de agosto de 2010.
Título Original: For the Love of the Game.
Director: Sam Raimi.
Guión: Dana Stevens, basado en la novela homónima
For the Love of the Game, de Michael Shaara, publicada en 1991. Género: Drama.
Música: Basil Poledouris. Fotografía: John Bailey.
Decorados: Carolyn Cartwright y Karen O’Hara. Vestuario: Judianna Makovsky.
Productoras: Universal Pictures, Beacon Pictures, Tig
Productions y Mirage Enterprises. Presupuesto: ±80.000.000 $.
País: USA. Año: 1999. Duración: 137 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kevin Costner
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Billy Chapel
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Kelly Preston
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Jane Aubrey
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John C. Reilly
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Gus Sinski
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Jena Malone
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Heather Aubrey
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Vin Scully
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Él mismo
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Steve Lyons
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Él mismo
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Brian Cox
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Gary Wheeler
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J.K. Simmons
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Frank Perry
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William Newman
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Fitch
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Bill E. Rogers
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Davis Burch
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Bob Sheppard
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Él mismo
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Hugh Ross
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Mike Udall
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Billy Chapel es un famoso jugador de baseball
que debe afrontar el último partido de su vida. Intentando conseguir un partido
perfecto pese a tener un hombro herido debido a un accidente, Billy repasa los
instantes más importantes de su vida, desde su lanzamiento a la fama como su
relación con su novia Jane Aubrey, así como las decisiones que tomó por el
camino.
Crítica: Después de su impecable y maravilloso drama
mezclado con intriga Un Plan Sencillo [1998], Sam Raimi se mete en los dramas
deportivos con un Kevin Costner ya veterano en dichos terrenos tras de Los
Búfalos de Durham [Ron Shelton, 1988] y Campo de Sueños [Kevin Reynolds, 1990],
tomando en esta ocasión el camino opuesto del film de Shelton para dar vida a
un jugador en el ocaso de su carrera profesional, y con la que Costner intenta
sacarse la espina de encima después de los batacazos de Waterworld [Reynolds,
1995] y Mensaje del Futuro [Costner, 1997], si bien lo hace desde una
perspectiva en principio interesante pero cuya lentitud y duración no ayuda demasiado
en su progresión narrativa (la película, narrada usando diversos flashbacks a
la vez que Chapel juega su último partido, haciendo que éste se antoje eterno;
las puyas de uno de los asistentes al partido, demostrando como a veces se las
gasta el respetable cuando se trata de cebarse con la gente; la relación entre
Chapel y Sinski, con un John C. Reilly a mucha, muchísima distancia de ese
crápula al que dio vida en Sidney [Paul Thomas Anderson, 1996], simpático a más
no poder). Rutinaria y predecible además de floja, el autor de Posesión
Infernal [1982] se va por las rutas de la comercialidad más anodina para crear
un film de facturación plana y cuya historia principal es casi una metáfora de
la carrera de Costner, pero con dos o tres alicientes a tener en cuenta (Perry,
un entrenador veterano pero aún apasionado con su profesión: si en el bigote de
J.K. Simmons no aparece un dinosaurio es de casualidad; Chapel y Jane, pasando
un descanso en una casa de montaña, interrumpido de una manera sangrienta y angustiosa
rematado con una frase terrible para la propia Jane; la elegante y resultona
puesta en escena, que ayuda a llevar mejor la trama). Un film ciertamente
discreto, perfecto como telefilm de fin de semana.
La Puntilla: Tarde o temprano deberás repasar tu vida. Y afrontar
cada una de las decisiones que tomaste para saber si fueron acertadas.
Mi
Valoración
★★★★★
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