Vista En: Youtube, jueves 14 de septiembre de 2017.
Título Original: Extinguished.
Director: Ashley Anderson y Jacob Mann.
Guión: Ashley Anderson y Jacob Mann. Género: Animación.
Música: Corey Wallace. Dirección Artística: [Desconocido].
Productora: Ringling College of Art Design. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2017. Duración: 4 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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[Inexistente]
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Argumento: En un mundo donde las personas tienen un pequeño
agujero en su pecho en donde aparece la llama de la pasión, un joven vive
desilusionado del amor después de ser rechazado por la chica que le gustaba. Un
día por azar descubre que una joven llega a su edificio para visitar a su
abuela, que es vecina suya, surgiendo de nuevo una llama que él intenta apagar.
Crítica: Proyecto de fin de carrera y por tanto tesis
audiovisual de Anderson y Mann, que consiguen con su idea una divertida y
encantadora propuesta en la que no falta su punto tierno como otros mucho más
cómicos e hilarantes, a la sazón del amor y sus múltiples problemas a la hora
de dar con él, repleto de mini-sketches para que cuatro minutos sean un
torrente de reír sin parar (el tema del agujero en el pecho y la llama que
puede arder en él, un genial puntazo donde el fuego crea todo tipo de
desastres: nunca ir a la lavandería o recoger el correo tuvo tan
desternillantes matices incendiarios; el diseño de los personajes, un tanto
desajustado en las proporciones de los tres, desde la delgadez de ella y el tamaño
de la abuela hasta la complexión de él; la banda sonora, que recupera el mejor
sonido del Music Hall de los años 40: elección inmejorable sin duda alguna).
Guardándose matices y detalles que fácilmente pueden pasar desapercibidos y con
alguna muy fugaz concesión al drama, lo cierto y verdad es que Extinguido no
solo es una idea bien aprovechada si no que, de saber hacerse, luciría de
fábula de pasarse a largometraje por tanto juego de sus coordenadas narrativas
(una explosión en la azotea del edificio: simple y breve pero genial; el
encuentro de ambos jóvenes en un ascensor, con él llevando la cesta de la
compra: el intento por ocultar su llama ofrece otro gag impagable; el inicio,
con la cámara subiendo piso a piso mostrando a tres parejas de siluetas y sus
respectivas llamas, abogando por la igualdad ya que el tercer par son dos
hombres). Un cortometraje que destila ritmo y un sanísimo sentido de la comedia
romántica, en donde los despropósitos acaban siendo tan necesarios como
realmente geniales (el chico, “volando”) y cuya conclusión, aunque más que
evidente y predecible, genera una sonrisa en la cara por lo ameno y decente de
lo presentado. Un trabajo antológico.
La Puntilla: Siempre se dice que el amor es fuego. El
problema es que lo sea de verdad, a ver como narices evita uno quemarse con él.
Mi
Valoración
★★★★★