Vista En: Youtube, viernes 8 de diciembre de 2017.
Título Original: Ryan Vs. Dorkman 2.
Director: Ryan Wieber y Michael Scott.
Guión: Ryan Wieber y Michael Scott. Género: Acción.
Música: Gordy Haab y Kyle Newmaster. Fotografía: Ryan Wieber y Michael Scott.
Decorados: [No hay decorador]. Vestuario: [No hay diseñador].
Productora: Blindling Light Productions. Presupuesto: ±5.000.
País: USA. Año: 2007. Duración: 10 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Ryan Wieber
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Ryan
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Michael Scott
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Dorkman
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Argumento: Habiendo ganado en agilidad como también
destreza manejando un sable de luz, Ryan Wieber y Michael Scott deciden volver
a medirse en un duelo para descubrir cual de los dos es mejor en el combate.
Pero a medida que esté se va desarrollando, los dos contendientes se dan cuenta
de que su anhelada victoria no va ser simple de alcanzar como parecía.
Crítica: Cuatro años después del inesperado fenómeno a
escala mundial que supuso el primer Ryan Vs. Dorkman [Wieber y Scott, 2003],
éstos dos regresan en otro duelo que quitada la inocencia de la novedad y el
estilo totalmente amateur de éste, ambos apuntan un poco más alto no solo en
duración pese a cierta trampa que encierra ésta, si no en el nivel de ejecución
de la pelea, el cual y por exigencias de expectativa debe ser más elaborado que
el primero (la duración real del cortometraje, siete minutos, dejando a los
otros tres en materia de títulos de crédito: suficiente para que ambos se
explayen a gusto en una coreografía que nada tiene que envidiar a la épica
pelea entre Anakin Skylwalker y Obi-Wan Kenobi del final de Star Wars, Episodio
III: La Venganza de los Jedi [George Lucas, 2005]; todo el entorno en el
pelean, sufriendo las consecuencias cada vez que un sable de luz lo roza o
corta limpiamente: un detalle muy cuidado que aporta su granito de arena; el
cambio físico en Scott y más notable en Wieber, parejo a sus habilidades para
pelear). Evitándose el tirar de bandas sonoras de películas como en 2003 y
teniendo la suya propia para acompañar, Ryan Vs. Dorkman 2 ni engaña a nadie ni
tampoco pretende hacerlo, siendo una película amateur que rinde homenaje a
George Lucas y el universo que creó con La Guerra de las Galaxias
{posteriormente rebautizada como Star Wars, Episodio IV: Una Nueva Esperanza
[1977]} y a sus legendarios Caballeros Jedi (el momento en que ambos, sin
sable, parecen estar a punto de pegarse a puñetazo limpio: un estupendo punto
de comedia; el guiño nada sutil a Star Wars, Episodio V: El Imperio Contraataca
[Lucas, 1980], con Scott como víctima de él; lo insólito del encuentro,
teniendo en cuenta el final de la primera parte, algo imperdonable en un film
profesional). Un trabajo que va como la seda. Y lo del sable de luz amarillo,
nuevamente fantástico.
La Puntilla: Siendo sincero, prefiero que la juventud haga
este tipo de cosas que darse alegremente al alcohol o las drogas.