Vista En: Youtube, viernes 24 de febrero de 2017.
Título Original: The Tell-Tale Heart.
Director: Ted Parmelee.
Guión: Bill Scott y Fred Grable, basado en el relato
corto original homónimo de Edgar Allan Poe, publicado en 1843. Género: Animación.
Música: Boris Kremenliev. Dirección Artística: [Desconocido].
Productora: United Productions of America. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1953. Duración: 9 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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James
Mason
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Narrador
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un joven que trabaja como asistente y
cuidador de un anciano se obsesiona de forma progresiva con el ojo izquierdo de
éste, que es blanco y ciego totalmente. Incapaz de soportarlo por más tiempo
decide asesinarlo, pero debido al grito que pega al hacerlo, la policía se
persona en la casa para descubrir qué es lo que ha pasado y dónde está el
anciano.
Crítica: Delirio surgido de la perturbada mente de
Edgar Allan Poe que, en el segundo trabajo para Parmelee tras adaptar el
clásico cuento El Traje Nuevo del Emperador [1953], también conocido como El
Rey Desnudo, y cumpliendo precisamente el centenario de la publicación del
relato original, James Mason se convierte en un maravilloso y a la vez
desquiciado narrador de una historia con un fuerte componente onírico,
fabulando una serie de imágenes que van a reforzar el inestable estado mental
de su protagonista (las diversas elipsis y figuraciones mientras habla del ojo
ciego del anciano, con el globo ocular de éste cambiando a muchas cosas
diferentes; el estado semi-ruinoso y gótico de la casa donde ambos viven, sutil
ejemplo del interior de su protagonista, con su mente abandonando la cordura
poco a poco; los cambios de las luces y las sombras en los recovecos de la
casa, reforzando un horror como si se tratase de una mansión encantada). Genial
en la banda sonora de Boris Kremenliev y aún más en el uso de los colores y de
la ambientación, El Corazón Delator es una adaptación breve pero muy eficaz del
escrito del Poe, que se sirve como una reflexión de lo que significa perder la
cordura así como de lo que lleva a una persona a cometer actos abominables (el
asesinato del anciano, filmado de manera que se sabe lo que ha hecho pero
prescinde de lo más sanguinario y desagradable; la llegada de la policía, dos
sombras negras de autoridad que parecen una mortaja cerniéndose sobre el
protagonista; la cantidad de ojos saltones, y no solo el blanco y ciego, que
aparecen y desaparecen en sus ocho minutos de duración, potenciando más la
paranoia de sentirse observado). Un micro-film cuya capacidad artística lo
ensalza muy por encima de la media, y cuya ejecución poco menos que lo convierte
en un trabajo notable. Todo un ejercicio de puro cine. Eso sí, contado en unos
míseros ocho minutos.
La Puntilla: Lo peor de enloquecer es la tranquilidad del
loco, pensando que sigue estando cuerdo. Hasta que algo rompe esa tranquilidad.
Mi
Valoración
★★★★★
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