Vista En: Youtube, viernes 6 de enero de 2017.
Título Original: The Hound of the Baskervilles.
Director: Sidney Lanfield.
Guión: Ernest Pascal, basado en la novela homónima
de Arthur Conan Doyle, publicada en 1902. Género: Intriga.
Música: David Buttolph, Charles Maxwell, Cyril J.
Mockridge y David Raksin, los cuatro sin acreditar. Fotografía: Peverell Marley.
Decorados: Thomas Little. Vestuario: Gwen Wakeling.
Productoras: Twentieth Century Fox Film Corporation.
Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1939. Duración: 80 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Basil Rathbone
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Sherlock Holmes
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Nigel Bruce
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Dr. John Watson
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Richard Greene
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Sir Henry Baskerville
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Lionel Atwill
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Dr. James Mortimer
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Wendy Barrie
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Beryl Stapleton
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John Carradine
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Barryman
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Barlowe Borland
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Frankland
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Beryl Mercer
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Sra. Jennifer Mortimer
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Morton Lowry
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John Stapleton
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Ralph Forbes
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Sir Hugo Baskerville
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E.E. Clive
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Cabby
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Eily Malyon
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Sra. Barryman
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: El asesinato de Charles Baskerville moviliza
a Sherlock Holmes y al Dr. Watson para investigar el crimen, que las fuerzas
oficiales catalogan de muerte natural. Viajando a los pantanos de Devonshire y
a la mansión de los Baskerville, Holmes cree que pudo haber sido un asesinato,
y que éste podría matar también a Henry, sobrino de Charles y el heredero de la
familia.
Crítica: Perturbadora y atmosférica adaptación de
manos del realizador de El Barbero de Napoleón [1930] y Así es Broadway [1933],
con un poder visual arrollador en la sugerencia de paisajes y peligros y un dúo
de primera clase a la hora de darle todo el protagonismo al relato, en que
Basil Rathbone como Nigel Bruce se convierten en dos extremos opuestos que se
complementan a las mil maravillas, haciendo de su química en pantalla lo mejor
de la película (Holmes, un auténtico portento de ingenio y deducción al que no
se le escapa nada: las poses de Rathbone y su elegancia natural aportan aplomo
e ironía a un personaje necesitado de una cierta humanidad para simpatizar con
él; el Dr. Watson, un cascarrabias simpático pero algo ingenuo, siempre a la
zaga de Holmes; el encuentro con un buhonero demuestra sobradamente su forma de
actuar; Devonshire, una tierra baldía cubierta de nieblas, tan siniestra que
cada panorámica es casi una invitación a todo tipo de entidades espectrales).
Ausente de una banda sonora al uso, en que ésta solo hace acto de presencia al
principio y al final de la película, el resto es dejado totalmente a su elenco
principal y secundario, que van en la hora y veinte minutos de metraje dando
forma a una serie de intrigas muy bien hiladas (Watson, leyendo de la muerte de
Sir Hugo Baskerville, saltando de las páginas al flashback; el inicio, con la
muerte de Sir Charles y su posterior proceso para determinar su muerte: un
simple tirón con la mano ya resulta muy sospechoso; la llegada de Watson y
Henry a la mansión Baskerville, como un reducto de civilización en mitad de la
desolación más agreste e inhóspita; la aparición del perro, casi como un dogo
del infierno). Metiendo alguna que otra subtrama (una sesión espiritista; el
romance de Henry y Beryl Stapleton, bellísima Wendy Barrie), El Perro de los Baskerville
es un ejemplo de magnificencia. En todos los sentidos.
La Puntilla: Asesinatos, espiritismo, un pantano maldito,
y Sherlock Holmes. Si esto no es cine, entonces no sé que puñetas puede serlo.
Mi
Valoración
★★★★★
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