Vista En: Tele 5, sábado 1 de febrero de 1997.
Título Original: They Live.
Director: John Carpenter.
Guión: John Carpenter, quien firma como Frank
Armitage, basado en el relato corto Las Ocho en Punto de la Mañana, de Ray
Nelson, publicado en 1963. Género: Ciencia Ficción.
Música: John Carpenter y Alan Howarth. Fotografía: Gary B. Kibbe.
Decorados: Marvin March. Vestuario: Robin Bush.
Productoras: Larry Franco Productions y Alive Films.
Presupuesto: ±4.000.000 $.
País: USA. Año: 1988. Duración: 93 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Roddy Piper
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Nada
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Keith David
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Frank
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Meg Foster
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Holly
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George ‘Buck’ Flower
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Vagabundo
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Peter Jason
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Gilbert
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Raymond St. Jacques
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Predicador callejero
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Jason Robards III
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Padre de familia
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John Lawrence
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Barbudo
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Susan Barnes
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Mujer de pelo castaño
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Sy Richardson
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Revolucionario negro
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Wendy Brainard
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Hija del padre de familia
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Lucille Meredith
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Entrevistadora
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Nada es un vagabundo, antiguo ingeniero en
desgracia, que por casualidad encuentra una caja llena de gafas. Probándose un
par, de pronto su mundo se vuelve del revés al descubrir que éstas le permiten
ver mensajes subliminales en libros y vallas publicitarias. Pero su sorpresa se
vuelve horror al ver que algunas personas son en realidad extraterrestres
camuflados.
Crítica: Después de la siniestra y notoria El Príncipe
de las Tinieblas [1987], el maestro del terror John Carpenter abandona los
vericuetos de otros títulos suyos como La Niebla [1980] para meterse en
terrenos de una ciencia ficción que haría las delicias del mejor George Orwell
o Aldous Huxley, con un héroe o más bien un antihéroe de circunstancias que de
pronto se encuentra ante el desafío de su vida (Nada, un don nadie que aún cree
en el sueño americano y en el triunfo a base de esfuerzo; las primeras
reacciones de Nada al descubrir un mundo desconocido para él, lleno de mensajes
poco tranquilizadores como “Obedece”, “Consume” o “No cuestiones la autoridad”:
las panorámicas son de lo mejor y más ingenioso de su cineasta; el muy
inteligente uso del blanco y negro, un homenaje a clásicos como La Invasión de
los Ladrones de Cuerpos [Don Siegel, 1956] y otras conspiranoias del estilo).
De factura modesta pero muy bien trabajada, el luchador de lucha libre Roddy
Piper está espléndido al lado de Keith David, en su segunda colaboración con
Carpenter tras La Cosa [1982], ejerciendo sus labores de un modo más que
espléndido, el resto es un ir y venir de dar pinceladas a un mundo siniestro en
el que las cosas son peor de lo que parecen, y el entrar en él es de todo menos
un viaje seguro (Holly, una chica con mucho por revelar; los aliens, imitando a
Michael Knight en eso de hablarle el reloj, indicando todos a la vez que
alguien les ve: siniestro en la repetición sistemática de palabras, como si se
tratasen de una secta o una mente en grupo; el momento en el que, a punto de
matar a un alien, éste se desvanece repentinamente, dejando una duda por
responder). Están Vivos es un regreso afortunado a la idea de un mundo
encubierto y de una sociedad en apariencia conocida y agradable, pero en la que
subyace otra más angustiosa y perturbadora. Y John Carpenter la retrata como
solo él sabe hacerlo.
La Puntilla: La Era Reagan llevada al límite de la comercialidad
y del interés monetario. Eso sí que es extraterrestre y no los zombies
ojerosos.
Mi
Valoración
★★★★★
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