Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), viernes 23 de
diciembre de 2016.
Título Original: El Faro de las Orcas.
Director: Gerardo Olivares.
Guión: Gerardo Olivares, Lucía Puenzo y Sallua Sehk,
basado en la novela Agustín, Corazón Abierto, de Roberto Bubas, publicada en
2014. Género: Drama.
Música: Pascal Gaigne. Fotografía: Óscar Durán.
Decorados: Sonia Nolla. Vestuario: Wanda Morales.
Productoras: Wanda Visión S.A., Pampa Films, Instituto de
la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, Historias Cinematograficas
Cinemania, Puenzo Hermanos, Televisión Española y Programa Ibermedia.
Presupuesto: ±6.000.000 € (±6.275.000 $).
País: España y Argentina. Año: 2016. Duración: 110 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Maribel Verdú
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Lola
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Joaquín Furriel
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Beto
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Quinchu Rapalini
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Tristán
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Ana Celentano
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Marcela
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Ciro Miró
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Manolo
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Osvaldo Santoro
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Bonetti
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Federico Barga
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Quiñones
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Zoe Hochbaum
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Martina
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Alan Juan Pablo Moya
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Inti
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Juan Antonio Sánchez
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Junco
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Eduardo ‘Camión’ Domínguez
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Anciano
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Robert Bubas
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Hombres
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Beto, un solitario guardafauna que vive en la
región más lejana de la Argentina, recibe la visita de Lola, una mujer española
que es madre de un niño autista, pidiéndole ayuda para tratar a su hijo después
de que éste le viera junto a las orcas en TV. A medida que pasan los días, los
esfuerzos por ayudar a Tristán harán que Beto y Lola se interesen el uno por el
otro.
Crítica: Conmovedor melodrama que sobresale por la puesta
en escena que recrea unos parajes de enorme belleza como también por la
madurez, a todos los niveles, de una Maribel Verdú estupenda que le permite
desnudar su alma cien mil veces mejor que cuando desnudaba su cuerpo en Amantes
[Vicente Aranda, 1991] y otras del estilo, a la altura de un Furriel meritorio,
en que el actor de las series Sos mi Hombre [2012] y Entre Caníbales [2015]
retrata con precisión a un naturalista que vive por y para su profesión (Beto,
un hombre tan entregado a las orcas y al mar que ha desconectado de la raza
humana; la eterna expresión de angustia de Lola, atrapada por el amor a un hijo
que no puede corresponderle, atrapado en su mente; Joaquín ‘Quinchu’ Rapalini,
el tercer vértice de un triángulo inusual, cuya interpretación es soberbia en
su dramatismo). Emotiva en la partitura de Gaigne y luminosa en los paisajes y
panorámicas de Durán, El Faro de las Orcas es un relato de personas perdidas en
sus propios mundos y atrapadas por un presente incierto, cuya progresión, a
pesar de ciertas trazas predecibles, no por ello quedan falta de interés (el
superior de Beto, un intransigente obsesionado con expulsarle de su trabajo en
la cerrazón de que las orcas son bestias asesinas; las continuas llamadas a
España de Lola, intentando resolver un problema familiar que la atormenta;
Beto, explicando a Lola lo ocurrido durante un viaje en avioneta: demoledor).
Vibrante por el retrato de un mundo ciertamente anacrónico (la Península de
Valdés, en Chubut: un sitio sin Internet ni móviles que reivindica un estilo de
vida más cercano y humano: la Fiesta de la Esquila así lo refleja), el director
de 14 Kilómetros [2007] y Entrelobos [2010] realiza un largometraje de corte
clásico, dejando a los actores tirar la casa por la ventana. Una cinta basada en
hechos reales que sobrecoge el alma. Y no le faltan motivos para ello.
La Puntilla: ¿Cómo diablos habrá que explicar que las
orcas no matan a seres humanos?. Hay que ver cuánto daño hizo la peli de
Michael Anderson.
Mi
Valoración
★★★★★
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