Vista En: Cines Cinebox (Corvera), sábado 29 de
noviembre de 2003.
Título Original: Mystic River.
Director: Clint Eastwood.
Guión: Brian Helgeland, basado en la novela homónima
de Dennis Lehane, publicada en 2001. Género: Drama.
Música: Clint Eastwood. Fotografía: Tom Stern.
Decorados: Richard C. Goddard. Vestuario: Deborah Hopper, firmando como Roger Furse.
Productoras: Warner Bros., Village Roadshow Pictures, NPV
Entertainment y Malpaso Productions. Presupuesto: ±25.000.000 $.
Países: USA y Australia. Año: 2003. Duración: 138 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sean Penn
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Jimmy Markum
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Tim Robbins
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Dave Boyle
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Kevin Bacon
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Sean Devine
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Laurence Fishburne
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Whitey Powers
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Marcia Gay Harden
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Celeste Boyle
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Laura Linney
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Annabeth Markum
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Kevin Chapman
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Val Savage
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Thomas Guiry
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Brendan Harris
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Emmy Rossum
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Katie Markum
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Spencer Treat Clark
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Ray Harris
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Andrew Mackin
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John O’Shea
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Adam Nelson
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Nick Savage
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Argumento: La muerte de la joven Katie Markum hace que
su padre Jimmy se reencuentre con sus dos amigos de la infancia, Sean Devine y
Dave Boyle. Sean, que dejó el barrio años atrás, es el detective de policía que
investiga el caso, mientras que Dave, que aún vive traumatizado por los abusos
sufridos al ser secuestrado de niño, se acaba convirtiendo en sospechoso del
crimen.
Crítica: Demoledor drama aderezado con thriller
policiaco con el que Clint Eastwood revalida una vez más su ojo clínico a la
hora de elegir los proyectos que rueda, haciéndolo con su habitual puesta en
escena minimalista y con los medios justos que saquen lo mejor tanto de sus
escenarios como de la banda sonora, y dejando el peso de su trama a un trío de
lujo (Tim Robbins, en uno de esos papeles sufridos que sobrecogen por la
crudeza de su personaje; Sean Penn, un ex mafioso reconvertido en tendero
dispuesto a todo por encontrar el asesino de su hija: el instante en que Jimmy
intenta llegar al cadáver de Katie es desgarrador de necesidad; Sean, un hombre
atrapado entre su placa y sus recuerdos: Kevin Bacon hace una actuación
redonda). Con la ya habitual parsimonia de la que hace gala su director, ésta
va poquito a poco creando la necesaria tensión e intriga para cargar unas
estupendas dosis de suspense, en un guión que replica con bastante fidelidad un
mundo en el que la barbarie y el terror están por doquier (el flashback que
narra el secuestro de Dave, tan realista como cualquiera de la vida cotidiana;
las sospechas de Celeste, una impresionante Marcia Gay Harden, sobre la
culpabilidad o no de su marido en la muerte de Katie; Spencer Treat Clark,
creciendo a pasos agigantados desde Gladiator [Ridley Scott, 2000]). Un juego
de miserias y traumas enterrados en el que Mystic River se regodea para, con
una calidad inmaculada, encadenar los hechos a una conclusión inspiradísima (el
montaje paralelo en el que se descubre todo, con dos escenas que la primera es
sorprendente, y la segunda de lo más descorazonadora). Un largometraje cuya
atmósfera está de lo más conseguida en su fotografía de Boston y sus
vecindarios, en un despliegue de maestría fílmica que no pierde fuelle ni
siquiera en sus últimos segundos. Una película negra como el cabrón, pero
brillante como un diamante tallado.
La Puntilla: Asesinan a tu hija y un amigo tuyo es
sospechoso de ello. ¿Hasta donde llegarías para hacer justicia por su muerte?.