Vista En: Youtube, viernes 27 de enero de 2017.
Título Original: The Phantom Planet.
Director: William Marshall.
Guión: William Telaak, Fred De Gorter y Fred
Gebhardt, basado en una historia original de Fred Gebhardt, con diálogo
adicional de William Marshall. Género: Ciencia Ficción.
Música: Leith Stevens. Fotografía: Elwood J. Nicholson.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Oscar Rodriguez.
Productora: Four Crown Productions Inc. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1961. Duración: 82 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Dean Fredericks
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Capitán Frank Chapman
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Coleen Gray
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Liara
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Dolores Faith
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Zetha
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Anthony Dexter
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Herron
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Francis X. Bushman
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Sessom
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Jimmy Weldon
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Teniente Webb
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Richard Weber
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Teniente Ray Makonnen
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Al Jarvis
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Juez Eden
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Dick Haynes
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Coronel Lansfield
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Earl McDaniels
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Capitán Leonard
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Mike Marshall
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Teniente White
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Richard Kiel
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El Solarita
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1980, después que dos naves se hayan
perdido en el espacio sin una causa aparente, la Fuerza Aérea de Exploración
Espacial con sede en la luna manda una nave para investigar las causas.
Comandada por el capitán Frank Chapman, éste pierde a su copiloto en un
accidente y aterriza en un asteroide, que resulta estar poblado por unos
diminutos humanos.
Crítica: Infraproducción de la serie Z más alocada y
demencial, que parte de un elenco de desconocidos y con unos efectos especiales
que están regalados en una tienda de tercera mano, todo para servir a una
historia que parece un rebujito de ideas copiado de la novela Los Viajes de
Gulliver [Jonathan Swift, 1726], pero trasladado a una space opera donde no
faltan mujeres exóticas y peligros con unas pintas que no asustan ni
intentándolo (Champan y Liara, de visita a la cárcel de Rheton para conocer a
un Solarita, motivo de los desvelos y preocupaciones de los rhetones: digno de
los bichos de Regreso a la Tierra [Joseph M. Newman, 1955] o peor, de Robot
Monster [Phil Tucker, 1953]: la pelea entre Chapman y Herron por los afectos
de Liara, en donde la gravedad juega un papel vital; la presencia de Zetha, una
bellísima Dolores Faith que parece una copia de Elizabeth Taylor y que se pasa
casi todo el rato posando y poco más). Atendiendo a una serie de desmanes a
cada cual más desastroso y con un guión en el que la calidad cinematográfica
brilla por su ausencia, El Planeta Fantasma es un sucedáneo de película cuya
visión de 1980 se antoja imposible de alcanzar a 19 años-vista de su estreno, y
que maneja sus bazas con la suficiente torpeza para irse al barranco de las
infamias más cómicas e hilarantes en su intento de ir de seria (el diseño de la
nave de Chapman o el supuesto ataque de los solaritas: ¿fuego en el espacio
exterior, cuando no hay oxígeno para que algo pueda arder?; las explicaciones
sobre la gravedad y la gravedad negativa, mínimamente pasables como los
supuestos controles que la manejan; Chapman, encogiéndose al respirar la
atmósfera de Rheton: ¿qué aire va a existir en un asteroide?). Un descalabro
con demasiados defectos y poquísimas virtudes (su banda sonora, lo único
salvable en su estilo espacial, y el tipo idóneo de película para verla
colocado. Y a reír que son dos días.
La Puntilla: Humanos. Del espacio. Del tamaño de una mano.
Y viviendo en un asteroide. ¿Qué se metió el guionista para escribir esto?.
Mi
Valoración
★★★★★
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