Vista En: Youtube, viernes 3 de marzo de 2017.
Título Original: The Mighty Hunter.
Director: Michael Ekbladh.
Guión: John Chambers. Género: Animación.
Música: Stefan Kramer. Dirección Artística: [Desconocido].
Productoras: Sluggerfilm y Sophie Animation. Presupuesto: [Desconocido].
País: Suiza. Año: 2010. Duración: 6 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Tom Eastwood
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Cazador
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Jay Simon
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Elefante/Cerdo
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Tim Bruce
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Piraña/Rana
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Jennifer
Wiltsie
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Vaca
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un gran cazador se va a acostar como cada
noche, admirando y recreándose en todos los animales que ha matado, cuyas
cabezas tiene en las paredes de su habitación. Al dormirse, estas se ponen a
hablar entre ellas, en un intento de alcanzar la escopeta de caza de su verdugo
para devolvérsela y vengarse de él. Pero la tarea no es tan fácil de cumplir
como parece.
Crítica: Muy divertida relectura, algo escabrosa en
ocasiones, sobre la figura del cazador obsesionado por sus logros y amante de
la escabechina, que luce algo extraña en el diseño de su personaje central y
algo más lograda en las cabezas de animales, que llevan el peso de la función a
base de un choque de personalidades en el que es fácil encontrar un cóctel
hecho para hacer reír y crear toda clase se líos en su intento de matar a quién
los mató tiempo atrás (el que el cazador vaya en un mísero camisón con unos
mini-genitales al aire: ¿es que tanto costaba ponerle unos calzones estilo Homer
Simpson o alguna otra cosa parecida para que no resultase tan explícito a la
vista?; los primeros momentos en que las cabezas fingen estar en su postura
habitual, para que el cazador no se entere de que están más vivas de lo que
parece a simple vista; el detalle fugaz, casi imperceptible, que centra la
acción a finales de los años 50, y que pone las cosas en su debido contexto).
Sacando su lado tétrico en la banda sonora y colorista y decadente en su único
escenario, El Gran Cazador se presenta como un entretenimiento con una premisa
imposible pero muy desternillante, y una posterior narración que convierte lo
más sencillo en lo más complicado, creando un cómico suspense de ver si al
final logran salirse con la suya y cumplir su anhelada venganza (el elefante,
intentando alcanzar el arma del cazador con su trompa; los propios animales,
colgando del techo de todas las formas y tamaños, algunos con el arma homicida
aún palpable y visible en sus cabezas; el cuidado a la hora de no despertar al
cazador, que más bien parece de esos que dormirían incluso en un terremoto de
9’9 en la escala Ritcher). Una propuesta bien planeada y ejecutada, insólita
cuando se tercia (el cazador, cuyo aspecto físico es peculiar), y con unos
personajes de lo más sedientos de sangre. Un cóctel idóneo para echarse unas
risas.
La
Puntilla: Mucho ojo con
aquello de cogerle el gusto a cazar. A lo mejor lo cazado decide que es hora de
cambiar las tornas.
Mi
Valoración
★★★★★
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