Vista En: Tele 5, miércoles 16 de junio de 1993.
Título Original: Coming to America.
Director: John Landis.
Guión: David Sheffield y Barry W. Blaustein, basado
en una historia original de Eddie Murphy. Género: Comedia.
Música: Nile Rodgers. Fotografía: Woody Omens, con fotografía adicional de Sol
Negrin.
Decorados: Luigi Mugavero. Vestuario: Deborah Nadoolman.
Productoras: Eddie Murphy Productions y Paramount
Pictures.
Presupuesto: ±39.000.000 $.
País: USA. Año: 1988. Duración: 116 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Eddie Murphy
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Príncipe Akeem/Clarence/Randy Watson/Saul
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Arsenio Hall
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Semmi/Morris/Reverendo Brown
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James Earl Jones
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Rey Jaffe Joffer
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Madge Sinclair
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Reina Aoleon
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John Amos
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Cleo McDowell
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Allison Dean
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Patrice McDowell
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Shari Headley
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Lisa McDowell
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Paul Bates
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Oha
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Eriq La Salle
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Darryl Jenks
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Frankie Faison
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Landlord
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Vanessa Bell
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Imani Izzi
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Louie Anderson
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Maurice
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Akeem, príncipe del reino africano de
Zamunda, desea vivir por una vez sin las comodidades de palacio, así como
casarse con una chica que le quiere a él y no a su dinero. Convenciendo a su
padre, Akeem y su amigo y ayudante Semmi viajan a Nueva York, donde Akeem
comienza a trabajar en un puesto de comida rápida y conoce a Lisa, la hija
mayor de su jefe.
Crítica: Comedia de, por y para el público
afroamericano, pese a estar hecha por John Landis, autor de The Blues Brothers:
Granujas a Todo Ritmo [1980] y Un Hombre Lobo Americano en Londres [1981], y
que sirve como vehículo de lucimiento para la vis cómica tanto de su estrella
principal (también autor del guión) como de su compañero, un Arsenio Hall tanto
o más hilarante que un Eddie Murphy cuyos desdoblamientos son un punto extra al
film (Akeem, un hombre que literalmente ha vivido la vida en su propio mundo,
enfrentado a una Nueva York poco amistosa: su descripción al Sr. McDowell de lo
que es el béisbol hace reír a las piedras; Semmi, el amigo/ayudante
personal/caradura que solo desea volver a su confortable vida de palacio: Hall
sabe como darle a Semmi ese punto entrañable a pesar de su evidente pátina de gorrón
real; las charlas de una peluquería, con Murphy y Hall repartiéndose los
personajes a su antojo: de lo más divertido de la película). Supeditando el
argumento a la parte más romántica del guión y con algún secundario digno de
mención de la talla de John Amos y James Earl Jones, Landis consigue que El
Príncipe de Zamunda sea una comedia que funciona en cada uno de sus aspectos
desde el minuto uno, haciendo del sketch su arma principal (McDowell, un hombre
con mentalidad de caja registradora, que solo piensa en forrarse a toda costa;
el Rey Joffer, otro que desconoce el mundo exterior y sus reglas al haber
estado siempre en la realeza: su modo de “castigar” a Semmi lo deja más que
claro; el estrambótico concierto de varios grupos: la parodia de Prince, “Chocolate
Sexy”, no tiene desperdicio). Correcta en lo técnico, desde la banda sonora a
la fotografía pasando por el vestuario, la película demuestra el enorme poder
de Murphy para hacer reír, y también para hacer de su personaje virguerías a
tutiplén. Como por ejemplo, su extraña cara tomándose un baño.
La Puntilla: Lo malo de las realeza es vivir tan ‘arriba’
que no sepan lo que es estar ‘abajo’ para ver lo realmente importante de la
vida.
Mi
Valoración
★★★★★
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