Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 19 de
junio de 2016.
Título Original: The Conjuring 2.
Director: James Wan.
Guión: James Wan, Carey Hayes, Chad Hayes y David
Johnson, basada en una historia original de James Wan, Carey Hayes y Chad
Hayes. Género: Terror.
Música: Joseph Bishara. Fotografía: Don Burgess.
Decorados: Sophie Neudorfer y Liz Griffiths. Vestuario: Kristin M. Burke.
Productoras: New Line Cinema, Atomic Monster, Evergreen
Media Group, The Safran Company y RatPac-Dune Entertainment.
Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 2016. Duración: 134 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Patrick Wilson
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Ed Warren
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Vera Farmiga
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Lorraine Warren
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Madison Wolfe
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Janet Hodgson
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Frances O’Connor
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Peggy Hodgson
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Lauren Esposito
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Margaret Hodgson
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Benjamin Haigh
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Billy Hodgson
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Patrick McAuley
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Johnny Hodgson
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Simon McBurney
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Maurice Grosse
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Maria Doyle Kennedy
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Peggy Nottingham
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Simon Delaney
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Vic Nottingham
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Franka Potente
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Anita Gregory
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Bob Adrian
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Bill Wilkins
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1977, seis años después de lo ocurrido en
Rhode Island, los Warren viajan a Enfield, en Inglaterra, para comprobar la
supuesta actividad sobrenatural en casa de la familia Hodgson. Su investigación
adquirirá un gran peligro cuando Lorraine se encuentre con un espectro que la
acosa de forma obsesiva, amenazando no solo su vida si no también la de Ed.
Crítica: De nuevo con James Wan como la cabeza
pensante, Patrick Wilson y Vera Farmiga retoman sus papeles de cazademonios en
una película que no se da más que uno o dos momentos de respiro para relajar
tensiones, y que hace gala de dos o tres ideas ingeniosas, aunque otras sean
copiadas de forma muy evidente (Lorraine, siguiendo una sombra en la pared,
extraído de Poltergeist [Gil Kenan, 2015], pero mejorando el resultado final;
Janet, observando en la pantalla de la TV algo detrás de ella; Ed, arrancándose
por Elvis Presley, o la evidencia de que Wilson es uno de los mejores actores
de su generación). En tanto la puesta en escena y los estilismos están a la
altura de lo esperado, sus secundarios acometen un trabajo encomiable, a
destacar un siempre excelso y contenido Simon McBurney o Frank Potente,
aportando un necesario punto escéptico para abrir debate (la reunión de los
investigadores para así verificar los hallazgos; la charla a solas entre
Maurice y Lorraine; una transformación, de un perro, en algo totalmente
distinto: algo que merecería una saga entera solo para “eso”). Confirmación de
James Wan como el John Carpenter de su tiempo, la secuela del largometraje de
2013 sigue los pasos de su original con un arranque de infarto (el caso de
Amityville, espeluznante), dejando para la posteridad un reguero de secuencias
diseñadas con una perversidad absoluta (Janet, encerrada en una habitación,
contemplando como todos los crucifijos se ponen boca abajo; la monja satánica,
un espíritu que infunde miedo con su sola mirada; las visiones de Lorraine, a
cada cual más espantosa). Expediente Warren: El Caso Enfield es un buen ejemplo
del terror más clásico alejado de asesinatos en masa de adolescentes sin
neuronas que reivindica su lugar como un trabajo bien diseñado y mejor
ejecutado, capaz de provocar pánico hasta en lo más sencillito (los ojos de
Janet). Sencillamente excepcional.
La Puntilla: Nunca intentes jugar con lo sobrenatural: lo
sobrenatural carece de sentido del humor para ponerse a jugar contigo.
Mi
Valoración
★★★★★
