Vista En: Cines Marta & María (Avilés), jueves 30
de abril de 1998.
Título Original: The Man in the Iron Mask.
Director: Randall Wallace.
Guión: Randall Wallace, basado en la novela El
Vizconde de Bragelonne: Diez Años Después, de Alejandro Dumas, publicada en
1847. Género: Aventuras.
Música: Nick Glennie-Smith. Fotografía: Peter Suschitzky.
Decorados: Philippe Turlure. Vestuario: James Acheson.
Productora: United Artists Corporation. Presupuesto: ±35.000.000 $.
Países: USA y Francia. Año: 1998. Duración: 132 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Leonardo DiCaprio
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Rey Luis XIV/Phillippe
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Gabriel Byrne
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D’Artagnan
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Jeremy Irons
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Aramis
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John Malkovich
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Athos
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Gérard Depardieu
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Porthos
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Anne Parillaud
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Reina Anna
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Judith Godreche
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Christine
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Edward Atterton
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Teniente Andre
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Peter Sarsgaard
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Raul
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Hugh Laurie
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Consejero real #1
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David Lowe
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Consejero real #2
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Brigitte Boucher
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Madame Rotund
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: El tiránico Luis XIV sume a Francia en la
miseria más absoluta. Mientras que D’Artagnan sigue cumpliendo su trabajo como
mosquetero, sus tres ex compañeros Aramis, Athos y Porthos planean un golpe para salvar el país de Luis:
liberar al Hombre de la Máscara de Hierro, un preso que resulta ser Philippe,
hermano gemelo del rey, para reemplazar a uno por otro.
Crítica: Randall Wallace, el guionista de Breavehart
[Mel Gibson, 1995] da el salto a la dirección con una ópera prima que, sin
pretenderlo, se erige como una continuación de Los Tres Mosqueteros [Stephen
Herek, 1993], brillante al igual que esta en su reparto pero con la diferencia
de cambiar a los jóvenes de aquella por cuatro pesos pesados que se roban la
película como les viene en gana, enfrentados a un Leonardo DiCaprio que se
apunta a lo de hacer un doble papel de hermanos opuestos tal que Jean-Claude
Van Damme en Doble Impacto [Sheldon Lettich, 1991] (el Rey Luis XIV, un déspota
que vive para llevarse a la cama a las chicas de la corte y destrozar cuantas
vidas se topan con él: su discusión por una manzana podrida es cruel de
necesidad; Portos, al que se le reservan los mejores chistes y con el que
Depaerdieu se lo pasa en grande: lo de intentar suicidarse en un granero es de
traca; D’Artagnan y Aramis, dos amigos en lo personal y enemigos en lo
político: tanto Irons como Byrne están de sobresaliente). Ofreciendo alguna
secuencia hecha para que toda adolescente que se precie de serlo suspire
emocionada, y partiendo de una teoría inspirada en un hecho real, El Hombre de
la Máscara de Hierro es un largometraje al que no le falta brillantez en todos
sus aspectos, tanto en el vestuario como en la banda sonora de Nick-Glennie
Smith, amén de un par de caras conocidas algo discretas pero importantes (Anne
Parillaud, la prota de Nikita, Dura de Matar [Luc Besson, 1990], revalidando
eso de “quien tuvo, retuvo”; Athos, enterándose de una tragedia que le toca muy
de cerca: John Malkovich desborda la pantalla de pura rabia; Philippe, mirando
a la luna por la ventana melena al viento: casi un Ken de Barbie pero con un
par de siglos de antigüedad). Una propuesta espectacular, con un cierre de pura
acción y drama, cuyo sabor agridulce le confiere el aroma propio de las
leyendas.
La Puntilla: Que lástima que lo grande que es la peli
quede supeditada a esa carita de Príncipe de Beukelaer mojabragas del DiCaprio.
Mi
Valoración
★★★★★
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