Crímenes de Pensamiento [2003]

 Publicado El: Lunes, 22-Jun-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000016.
 Vista En: TVE-1, viernes 23 de febrero de 2015.

 Título Original: Thoughtcrimes.

 Director: Brick Eisner.

 Guión: Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer. Género: Acción.

 Música: Bryan Tyler. Fotografía: Chris Manley.

 Decorados: Jesse O’Connor. Vestuario: Joyce Schure.
 Productora: USA Network. Presupuesto: [Desconocido].

 País: USA. Año: 2003. Duración: 89 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Navi Rawat	Freya McAllister
Joe Flanigan	Brendan Dean
Peter Horton	Dr. Michael Welles
Joe Morton	Jon Harper
Jocelyn Seagrave	June McAllister
Kim Coates	Lars Etsen
Janet Wright	Zoya
Paulino Nunez	Agente Kunzel
Roman Podhora	Agente Patel
Barry Flatman	David McAllister
Karl Pruner	Maracek
Joanne Vannicola	Terri Merriweather

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Freya McAllister descubre en su baile del instituto que posee la telepatía. Desbordada por ésta, se ve recluida en una institución mental a lo largo de nueve años, hasta que un misterioso doctor la saca de allí y la ayuda a usar su poder de forma controlada para recuperar su vida, trabajando como agente del gobierno para ayudarles a desarticular un complot terrorista.

 Crítica: La Amita Ramanujan de la serie Numb3rs [2005] se metió aquí en un film que mezcla diversos géneros, tanto el drama como la acción con toques sobrenaturales, cuyo inicio (el baile de graduación) deja la sensación de estar viendo una escena descartada de X-Men [Bryan Singer, 2000]. Una trama que se reviste de numerosos clichés y topicazos, con cierta filosofía a lo new age (el entrenamiento de sus poderes; las explicaciones de Welles sobre su don) y actores bien elegidos, desde un eficaz Peter Horton como cruce entre Charles Xavier y Obi-Wan Kenobi, siguiendo con Joe Morton, tan estupendo como lo es habitual en él, y terminando por Joe Flanigan (el John Sheppard de la serie Stargate: Atlantis [2004]), que aporta el necesario contrapunto lógico a la trama gracias a un personaje de lo más simpático. No obstante, su fotografía y su banda sonora apenas lucen demasiado, cayendo en un convencionalismo absoluto, del mismo modo que algunos pasajes tampoco resaltan demasiado. Por suerte, la inclusión de Freya en la ecuación convierte una escena típica en una variante que va de lo curioso (el interrogatorio a Lars Etsen; el primer encuentro entre Freya y Brendan; la persecución en coche) hasta lo divertido (Freya, leyendo la mente de un soplón de Brendan). Si bien por momentos da la impresión de ser el episodio piloto de una serie nunca rodada, Eisner rueda con cierta solvencia un proyecto que entremezcla todo tipo de emociones (la relación de Freya con su hermana June; Welles, hablando con Brendan sobre Freya) y sabe cuando tirar del elemento sobrenatural para que no sea escaso o excesivo (los intentos de Freya para obtener un número del que depende su vida). Aunque se queda a mucha distancia de ser un film prodigioso, tampoco cae en el pozo de la mediocridad. En un mundo post-11S, cuya sombra planea en el aire, todo vale por la seguridad nacional. Hasta la telepatía. 

 La Puntilla: La fantasía más deseada de la NSA. En más de un sentido.

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