Vista En: Calle 13, lunes 19 de septiembre de 2016.
Título Original: Contraband.
Director: Baltasar Kormakur.
Guión: Aaron Guzikowski, inspirado en el libreto
original de 2008 de Arnaldur Indriðason y Óskar Jónasson. Género: Acción.
Música: Clinton Shorter. Fotografía: Barry Ayckroyd.
Decorados: Cynthia La Jeunesse. Vestuario: Jenny Eagan.
Productoras: Universal Pictures, Closest to the Hole
Productions, Relativity Media, Working Title Films, Blueeyes Productions,
Farraday Films, Leverage Entertainment, StudioCanal y Leverage Management.
Presupuesto: ±25.000.000 $.
Países: USA, Reino Unido y Francia. Año: 2012. Duración: 109 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Mark Wahlberg
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Chris Farraday
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Kate Beckinsale
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Kate Farraday
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Ben Foster
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Sebastian Abney
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Giovanni Ribisi
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Tim Briggs
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Lukas Haas
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Danny Raymer
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Caleb Landry Jones
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Andy
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Diego Luna
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Gonzalo
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J.K. Simmons
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Capitán Camp
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David O’Hara
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Jim Church
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William Lucking
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Bud Farraday
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Ólafur Darri Ólafsson
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Olaf
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Robert Wahlberg
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John Bryce
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Chris Farraday es un antiguo delincuente
reformado que intenta vivir en paz con su mujer Kate y sus hijos. Pero cuando
Andy, su cuñado, ha contraído una deuda de 700.000 dólares al perder un
importante cargamento de droga, Chris se ve obligado a volver a traficar,
viajando hasta Panamá por barco a fin de salvar a Kate y a sus hijos del
peligroso Tim Briggs.
Crítica: Remake de Reykiavik-Rotterdam [Óskar
Jónasson, 2008], en un caso extrañísimo de traspase de poderes donde el
protagonista de aquella se hace aquí cargo de la dirección, en una película
repleta de acción que funciona a base de topicazo-y-tente-tieso y con el
siempre simpático Mark Wahlberg en otro de esos papeles que parecen hechos a su
medida como si fuese un traje por encargo (la descripción de la vida familiar
de los Farraday, a sabiendas de que la felicidad no va a durar; Briggs, o un
Giovanni Ribisi buscando salirse de sus personajes bondadosos para ser el
villano que debe caer mal y ser lo más malo malote; Abney, o el colega con
muchos secretos y no todos buenos). Un trabajo cuyo ritmo a veces se prolonga a
pesar de su escasa duración y que se deja sentir como poco arriesgada de principio
a fin, por lo que toda ella se ve venir desde mucha distancia, cuyo único morbo
se reduce a saber si al final el prota se sale o no con la suya (toda la parte
de Panamá, con Farraday metido en mil y un berenjenales por tener la mercancía
que necesita; sus rifirrafes con Gonzalo, un Diego Luna cliché total del
delincuente latino muy pasado de vueltas; Briggs, haciendo diversas visitas a
la mujer de Farraday, en que Kate Beckinsale no va más allá del estereotipo de
mujer florero). Más interesante en el trazo del submundo del crimen que en la
propia trama en si, Kormakur impregna el metraje de una maldad y una hipocresía
latente, con personajes que o bien no tienen moral o bien la tienen de ida y
vuelta como una puerta giratoria (el Capitán Camp, genial J.K. Simmons,
recibiendo una llamada de teléfono; Abney, un hombre perdido en sus ambiciones:
la regañina por parte de Church es perfecta, en que el miedo casi puede
tocarse). Contraband, más allá de su planteamiento inicial, no es más que un
ejercicio de repetición. Un trabajo tan previsible que se pierde por los
caminos de la mediocridad.
La Puntilla: Solo por curiosidad: ¿hay algún cliché sin
usar en esta película?. Porque me parece que han tirado de todos hasta
hartarse. ¡Que tíos!.
Mi
Valoración
★★★★★
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