Vista En: TCM, martes 6 de septiembre de 2016.
Título Original: Casablanca.
Director: Michael Curtiz.
Guión: Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y Howard
Koch, basado en una historia original de Murray Burnett y Joan Alison. Género: Drama.
Música: Max Steiner. Fotografía: Arthur Edeson.
Decorados: George James Hopkins. Vestuario: Orry-Kelly.
Productora: Warner Bros. Presupuesto: ±950.000 $.
País: USA. Año: 1942. Duración: 102 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Humphrey Bogart
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Rick Blaine
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Ingrid Bergman
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Ilsa Lund
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Paul Henreid
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Victor Laszlo
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Claude Rains
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Capitán Louis Renault
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Conrad Veidt
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Mayor Heinrich Strasser
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Sydney Greenstreet
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Signor Ferrari
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Peter Lorre
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Ugarte
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S.K. Sakall
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Carl
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Madeleine LeBeau
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Yvonne
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Dooley Wilson
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Sam
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Joy Page
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Annina Brandel
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John Qualen
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Berger
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1941, Rick Blaine, el dueño de un club en
Casablanca, en el Marruecos de la Francia no ocupada por los nazis, se ve
atrapado en mitad de la lucha contra ellos cuando Victor Laszlo, el líder de la
resistencia, acuda en busca de unos salvoconductos para huir a Portugal,
haciéndolo junto a Ilsa, su esposa, con la que él tuvo un apasionado romance en
París años atrás.
Crítica: Director de Robin de los Bosques [1938] y
otras cintas como Dodge, Ciudad sin Ley [1939], Michael Curtiz muestra toda su
capacidad y su enorme virtuosismo como realizador con un proyecto majestuoso
gracias al elegante blanco y negro que sobresale en unos planos muy
meticulosos, haciendo de un triángulo amoroso una fuerza motriz inmejorable
(Renault, hablando con Rick fuera de plano, viéndose su sombra; éste, en su
club, recordando a solas sus tiempos con Ilsa: la cara de Bogart llena la
pantalla; la belleza angelical de Ingrid Bergman: su primera charla con Sam o
su última con Rick dan muestra de la perfección del encuadre y del desbordante
registro actoral). Dotada de unos escenarios exóticos y creíbles en el retrato
que hace de ellos, su elenco principal y secundario se marca una triple diana
en sus papeles, a la vez que el guión se permite lanzar frases lapidarias
dignas de pasar a la posteridad (el Capitán Renault, un corrupto al que es
imposible no tenerle simpatía; Víctor Laszlo, el idealismo de la libertad
frente a la opresión del Mayor Strasser: su duelo musical no puede ser más
inspirador ni queriendo; Ilsa, preguntando a Rick: «¿ha sido un cañonazo, o el
corazón que me late?», una auténtica perla inmaculada; los personajes de
Ferrari y Ugarte, otros corruptos diseñados ex profeso para retratar a los
mercachifles capaces de todo por sobrevivir: tanto Peter Lorre como Sydney
Greenstreet lo hacen de fábula). Maravillosa en lo tocante a su banda sonora, y
llevando una pasiones y desencuentros hasta su última conclusión (el clímax
final en el aeropuerto, planificado y ejecutado con precisión milimétrica,
desde la iluminación a la profundidad de campo), Casablanca rebosa de una magia
que parece salirse de la propia pantalla. Una película hecha con tanta pasión
como la de Ilsa y Rick (el flashback de París, sublime), y con tantas lecturas
como se quieran darle. Cine en estado puro.
La Puntilla: Rick e Ilsa siempre tendrán París. Nosotros
siempre tendremos Casablanca. Y por ella el tiempo nunca pasará.
Mi
Valoración
★★★★★
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