Vista En: TVE-1, viernes 26 de enero de 2018.
Título Original: Don’t Kill It.
Director: Mike Mendez.
Guión: Dan Berk y Robert Olsen. Género: Fantástico.
Música: Juliette y Sean Beavan. Fotografía: Jan Michael Losada.
Decorados: Kinta B. Thompson. Vestuario: Toby Bronson y Christy Hebert Crouch.
Productoras: Archstone Pictures, Burning Sky Films, Eyevox
y Bottom Line Entertainment. Presupuesto: ±3.500.000 $.
País: USA. Año: 2016. Duración: 83 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dolph Lundgren
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Jebediah Woodley
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Kristina Klebe
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Agente Evelyn Pierce
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Tony Bentley
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Sheriff Dunham
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James Chalke
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Pastor Erikson
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Miles Doleac
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Deacon Shepard
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Toby Bronson
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Otis Willard
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Michelle West
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Amber
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Todd Farmer
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Marcus
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Dawn Ferry
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Wendy
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Thomas Owen
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Jeremy
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Billy Slaughter
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Agente Jackson
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Aaron McPherson
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Emmett
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Una serie de muertes en Chicory Creek,
Mississippi, despiertan el interés la agente Evelyn Price, que acude a
investigar en colaboración con el sheriff Dunham. Pero todo cambia tras la
aparición de Jebediah Woodley, que les revela ser un cazador de demonios y que
el autor de las muertes es un demonio que posee a aquel que mata a su anterior
poseído.
Crítica: Desvergonzada y macarra propuesta a medio
camino entre el terror y la comedia más gamberra, con un guión que parece
copiar/plagiar parte de la trama de Constantine [Francis Lawrence, 2005], pero con
un marcado tono autoparódico tan sano que en lo risible con que se presenta
resulta hasta de lo más agradable de ver (el nivel de muertes de la película,
elevado en grado sumo: un reguero de muertes de todo y por su orden, con la
sangre a chorros por doquier como si fuese un primo lejano de Posesión Infernal
[Fede Alvarez, 2013]; Dolph Lundren y sus 59 años entre pecho y espalda,
notándose que se lo pasa en grande con su personaje: ¿de verdad alguien podría
tomar en serio a alguien como él de cazademonios campero?; Price, una racional
agente del FBI con un pasado que, como la Rachel Weisz en la película de
Lawrence, se convierta en involuntaria pieza clave de todo). Tomando una
fotografía con matices azulados de lo más efectiva y la serie Sobrenatural [2005]
como una pequeña referencia con la que bromear alegremente, Cazador de
Demonios, simplona y tontorrona traducción del original “No lo Mates”, se
convierte con facilidad en uno de los más entretenidos trabajos de su
protagonista en años, pasando del sentido común y de las grandes morales para
irse a un terreno de cachondeo sin contemplación alguna (el inicio, dando
pistas de por donde irá el resto de la película; el Pastor Erikson y su tirria
personal contra Price, que termina de la forma más enloquecida imaginable; la
presentación de Woodley y su oficio, como si fuese un miembro Winchester pasado
de vueltas). Autor de otros productos como El Convento del Diablo [2000] y Los
Profanadores de Tumbas [2006], Mike Mendez se las compone de maravilla para crear
una muy intrascendente joya de lo fantástico, estimable por lo que ofrece a
sabiendas de lo limitado de sus medios. La serie, en su pura esencia
macarrónica.
La Puntilla: Muertes a mansalva, seres sobrenaturales,
pueblos de paletos y Dolph Lundgren gozando de la manera. ¿Alguien da más?.
Mi
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