Vista En: TVE-1, domingo 25 de abril de 1993.
Título Original: Cocktail.
Director: Roger Donaldson.
Guión: Heywood Gould. Género: Drama.
Música: J. Peter Robinson. Fotografía: Dean Semler.
Decorados: Hilton Rosemarin. Vestuario: Ellen Mirojnick.
Productoras: Touchstone Pictures, Silver Screen Partners
III e Interscope Communications. Presupuesto: ±20.000.000 $.
País: USA. Año: 1988. Duración: 104 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tom Cruise
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Brian Flanagan
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Bryan Brown
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Doug Coughlin
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Elisabeth Shue
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Jordan Mooney
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Lisa Banes
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Bonnie
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Laurence Luckinbill
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Sr. Mooney
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Kelly Lynch
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Kerry Coughlin
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Gina Gershon
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Coral
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Ron Dean
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Tío Pat
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Robert Donley
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Eddie
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Ellen Foley
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Eleanor
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Andrea Morse
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Dulcy
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Argumento: Recién licenciado del ejército, Brian
Flanagan viaja hasta Nueva York con la idea de meterse en el mundo empresarial
y hacer fortuna, pero lo difícil de abrirse camino ante su falta de experiencia
le lleva a trabajar como camarero bajo el ala de Doug Coughlin, un veterano de
la profesión que le irá enseñando los secretos del oficio, a la vez que conoce
a la guapa Jordan.
Crítica: Comedia con drama del firmante de Motín a
Bordo [1984] y No Hay Salida [1987] para lucimiento exclusivo de las aptitudes
cómicas y dramáticas del niño mimado de Hollywood Tom Cruise, acompañado por un
filosófico y desternillante Bryan Brown, a la que hay que sumar la simpatía de
Elisabeth Shue, la bella protagonista de Aventuras en la Gran Ciudad [Chris
Columbus, 1987], todo ello mezclado en las dosis ajustadas para meterse al
público en el bolsillo a base de gracietas y algún que otro giro inesperado
(Flanagan en un bar en el caribe, preparando un cóctel especial para mujer solo
para llevarse la peor de todas las contestaciones; su inicio en el mundo de los
barman, en el que está más perdido que un pulpo en un garaje: un ejemplo
perfecto de la hostelería en su máxima expresión; su bronca con un profesor,
donde los cuchillos vuelan pero que muy envenenados). Predecible en gran parte
de su metraje pero no menos llevadera ni agradable de ver, la labor de
Donaldson luce una estética bastante preciosa y a veces paradisíaca, todo ello
se sirve con la necesaria calidad y soltura para crear un film que cumpla lo
prometido en cuanto a guión y localizaciones bonitas, dejando que los actores
se limiten a sus papeles para llevar la historia a su terreno (Flanagan,
descubriendo por las malas lo que es su relación con Bonnie; Coughlin, un
hombre con mil y un pensamientos de como vivir la vida: todas las escenas en
que él y Flanagan agitan la coctelera a dúo es digno de las acrobacias
circenses; éste, buscando encontrar un trabajo en alguna empresa: frustrante
hasta la exasperación). Cocktail, siguiendo punto por punto las normas del
género, se revela como un film que tiene su corazoncito (Flanagan, leyendo una
carta de Coughlin con la cámara centrada en sus magnéticos ojazos), cuyo final
es lo que tiene que ser para rematar una velada entretenida y con un buen sabor
de boca.
La Puntilla: «Ley de Coughlin: todo lo demás es siempre
algo mejor». Así nos va, buscando lo mejor fuera cuando quizá ya lo tenemos
delante.
Mi
Valoración
★★★★★
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