Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 8 de abril
de 2017.
Título Original: Cantábrico.
Director: Joaquín Gutiérrez Acha.
Guión: Joaquín Gutiérrez Acha. Género: Documental.
Música: Pablo Martín-Caminero y Santi Vega. Fotografía: Joaquín Gutiérrez Acha.
Decorados: [No hay decorador]. Vestuario: [No hay diseñador].
Productoras: Bitis y Wanda Films.
Presupuesto: ±2.000.000 € (±2.120.000 $).
País: España. Año: 2017. Duración: 101 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Carlos de
Hita
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Narrador
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Extendiéndose a lo largo de 400 kilómetros a lo
largo de cuatro provincias del norte de España, la Cordillera Cantábrica es un
universo en si mismo rebosante de vida animal y vegetal, que todos los años
sufren las más adversas y extremas condiciones para sobrevivir. Un lugar
salvaje donde cada rincón y cada decisión suponen la diferencia entre la vida y
la muerte.
Crítica: Impresionante trabajo documental que usando unas
cámaras de alta definición captan en toda su esencia la maravilla de la
Cordillera Cantábrica y con el que Acha, documentalista y autor de filmes como
Guadalquivir [2013], se sumerge hasta lo más profundo en unas tierras de una
imparable actividad natural en el que las especies tan todo por el todo por la
supervivencia, y en donde los engaños están a la orden del día con tal de
preservar la especie (la trampa de unas larvas de mariposas para fingir que son
larvas de hormigas, a fin de colarse en el hormiguero de éstas últimas para que
ellas las cuiden; el viaje de los salmones, recorriendo miles de kilómetros
para llegar al lugar en el que nacieron y así desovar; las imágenes de unas
atrapamoscas, haciendo honor a su nombre: digno de la ciencia ficción, cuyo
detalle y belleza en sus fotogramas es solo superado por su letal voracidad).
Magnífico en la narración así como en la música, los dos años que costó su
rodaje premian su esfuerzo con un trabajo excepcional sobre la naturaleza y
todos los misterios que ésta encierra, así como instantes para diversión y
otros menos agradables (una osa parda, jugando alegremente con sus cachorros
mientras está ojo avizor por si algún macho en celo anda cerca; los paisajes,
deslumbrantes en su visionado, descorazonador por entender el daño que la raza
humana puede causar en su propio mundo; una manada de lobos, saliendo de caza
para alimentarse: unas imágenes crudas pero que pasan todos los días, dando fe
de la naturaleza y su ley). Aprovechando cada segundo de metraje de una forma
extraordinaria en lo bucólico y hasta casi onírico de sus recovecos, Cantábrico
es una película a la que no es posible ponerle un “pero”, que busca hacer
hincapié en el amor hacia la naturaleza y a su cuidado, y de paso revelar los
secretos de una zona única en todo el mundo. Algo que es, sencillamente, para
dar gracias.
La Puntilla: Por más tecnificados que estemos, los humanos
no somos algo al margen de la naturaleza. Sin ella, no existiremos.
Mi
Valoración
★★★★★
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