Publicado El: Martes, 26-Julio-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000694.
Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 2 de
noviembre de 2015.
Título Original: A Walk Among The Tombstones.
Director: Scott Frank.
Guión: Scott Frank, basado en la novela homónima de
Lawrence Block, publicada en 1992. Género: Intriga.
Música: Carlos Rafael Rivera. Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Decorados: Cherish M. Hale. Vestuario: Betsy Heimann.
Productoras: Exclusive Media Group. Presupuesto: ±28.000.000 $.
País: USA. Año: 2014 Duración: 114 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Liam Neeson
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Matt Scudder
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Brian “Astro” Bradley
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T.J.
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Laura Birn
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Leila Alvarez
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Boyd Holbrook
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Peter Kristo
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Dan Stevens
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Kenny Kristo
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David Harbour
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Ray
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Adam David Thompon
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Albert
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Razane Jammal
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Carrie Kristo
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Marielle Heller
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Marie Gotteskind
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Frank De Julio
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Eduardo Solomon
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Ólafur Darri Ólafsson
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Jonas Loogan
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Mark Consuelos
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Reuben Quintana
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Matt Scudder es un ex policía reconvertido en
detective privado que acepta encontrar a los culpables de secuestrar, torturar
y despedazar a la esposa de un traficante. El caso se complicará cuando, a
medida que vaya investigando el propio secuestro, encuentre otros casos muy
similares, y que de pronto los secuestradores actúen raptando a una niña
pequeña.
Crítica: Ambientada en el Nueva York de 1999 pre
“efecto 2000” (con Torres Gemelas incluidas), Neeson se convierte en la mejor
baza de una trama con numerosos puntos oscuros, en donde los resquicios de luz
se cuentan con los dedos de una mano (la relación de Scudder y T.J.: su primer
encuentro define a la perfección a ambos personajes). Modestamente bien
narrada, y con mano firme por parte de su director, Frank consigue escenas por
donde la tensión y lo perverso se palpan más en lo intuido (el instante en que
un embobado Ray mira fijamente a la joven Ludmilla, filmado a cámara lenta,
resulta de lo más amenazador) que en lo propiamente explícito (el clímax final,
inusitadamente violento para los cánones actuales del cine; Jonas, contando a
Scudder lo que pasaba en su furgoneta). Todo sin dejar de lado una carga de
drama no libre de tintes trágicos (Scudder explicando porqué abandonó la
policía), así como un grupo de actores en el destaca por méritos propios un
casi omnipresente Liam Neeson, que hace suyo a Scudder, y el eficiente David
Harbour que logra crear a un verdadero monstruo a base de gestos y frases (su
transformación física a lo largo de la película es tan sencilla como efectiva;
la aclaración de Ray a Scudder acerca de dos dedos cortados). De indigesta
factura en tanto la cinta no ahorra detalles escabrosos, así como cierta
lentitud en su narración, Scott Frank urde una intriga en la que tan
importantes como la atmósfera, la cual se logra mediante una crepuscular
fotografía de un otoñal Nueva York, y una música en sintonía con la historia,
son un buen guión así como su enfoque en los matices y los pasados de cada uno
de los personajes (la investigación de Scudder; el cuadro de Carrie; un
intercambio en el cementerio, aderezado con la lectura de los 12 Pasos). Un
excelente ejercicio de cine negro, tétrico en su ficción, descorazonador en su
realidad. Esa que ojalá no lo fuera.
La Puntilla: No hay pintor capaz de crear un tono de negro
tan intenso como la oscuridad del alma humana.
Mi
Valoración
★★★★★
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