Vista En: Youtube, viernes 3 de marzo de 2017.
Título Original: Pigeon: Impossible.
Director: Lucas Martell.
Guión: Lucas Martell. Género: Animación.
Música: Christopher Reyman. Dirección Artística: Belal Hibri.
Productoras: Lucas Martell y Austin Film Society.
Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2009. Duración: 6 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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[Inexistente]
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Walter Beckett es un novato agente de la CIA que revisando un maletín de alto secreto en un banco de la calle, un pichón se encapricha del dónut que está comiendo. Intentando atraparlo, acaba por quedar encerrado dentro del propio maletín, causando el caos cuando accidentalmente provoca que un misil nuclear salga disparado con rumbo hacia Moscú.
Crítica: Desternillante
parodia de la franquicia de películas de Tom Cruise Misión: Imposible que
captura con mucha facilidad el mundo de los espías con algunas dosis añadidas
de James Bond, y dos protagonistas a priori de lo más desparejados pero que
logran en su mutua rencilla una química espléndida a tenor de una premisa que
no hay forma de creerse pero que precisamente es lo que se necesita para hacer
funcionar su alocado guión (¿un agente secreto de la CIA, por novato que sea,
revisando un maletín con capacidad nuclear en plena calle de Washington DC como
si tal cosa?; el pichón, lo bastante listo y astuto como para pasar de una
migaja que le tira Walter y quedarse mirando el resto de la rosca que tiene
entre manos; la apariencia impoluta de Walter, precisamente evocando a aquel
007 de Sean Connery o de Pierce Brosnan que tuvieron en su día licencia para
matar). Sin diálogos, con un ritmo llevadero y trepidante y una banda sonora
que rinde homenaje a las clásicas películas de espías, Pichón Imposible es un
cóctel explosivo al que no le faltan momentos inesperados y una serie de gags a
cada cual mejor, aunque no exenta de unas curiosidades algo peculiares (la
calle donde se sitúa la trama, que pertenece en realidad a Austin, Texas, y no
a Washington DC; el pichón, encerrado en la maleta, descubriendo encantada el
arsenal que ésta posee a fin de obtener el premio que desea; el hecho de que el
Obelisco del Capitolio esté siempre en un lejano segundo plano, algo no casual
que posteriormente demostrará su importancia: más divertido imposible). Un
cortometraje bien ejecutado en su animación por ordenador que demuestra lo
fácil que es provocar una crisis de proporciones internacionales, y hasta qué
punto un agente secreto con falta de experiencia y un pichón con exceso de hambre
pueden provocar. Y lo de sus últimos segundos finales...un golpe de efecto que
remata en alto.
La Puntilla: No te fíes de un pichón con un mal día. A lo mejor es capaz de vencer a un agente secreto altamente entrenado.
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