Vista En: Cines Cinebox (Corvera), martes 29 de abril
de 2014.
Título Original: Pompeii.
Director: Paul W.S. Anderson.
Guión: Janet Scott Batchler, Lee Batchler y Michael
Robert Johnson. Género: Acción.
Música: Clinton Shorter. Fotografía: Glen MacPherson.
Decorados: Jeffrey A. Melvin y Philippe Turlure. Vestuario: Wendy Partridge.
Productoras: TriStar Pictures, FilmDistrict, Constantin
Film International, Impact Pictures y Don Carmody Productions. Presupuesto: ±80.000.000 $.
Países: Canadá, Alemania y USA. Año: 2014. Duración: 105 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kit Harington
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Milo
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Kiefer Sutherland
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Quinto Atio Corvo
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Emily Browning
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Casia
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Carrie-Anne Moss
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Aurelia
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Jared Harris
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Severus
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Adewale Akinnuoye-Agbaje
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Áticus
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Jessica Lucas
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Ariadne
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Joe Pingue
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Graco
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Currie Graham
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Belator
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Maxime Savaria
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Tracio enorme
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Ron Kennell
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La Comadreja
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Dylan Schombing
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Milo de joven
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el año 79 d.C., Milo es un joven celta al
servicio del Imperio Romano que sobrevive como gladiador. Enviado a la próspera
Pompeya, allí conoce a Casia, la hija de los gobernadores de la ciudad Severo y
Aurelia, la cual vuelve a casa huyendo de Roma y del senador Corvo. Cuando de
pronto el monte estalla, Milo buscará a Casia para escapar de él y de Corvo.
Crítica: El artífice de la saga Resident Evil [2002]
así como de la interesante Horizonte Final [1997] firma este descalabro
absoluto para mayor gloria de la estrella de Juego de Tronos [2011] Kit
Harington, emparejado casi a la fuerza a la bella Emily Browning en una
historia que aglutina tópicos y clichés y que busca pero no encuentra su lugar
como remanente entre el cine péplum y el de catástrofes, en que todo su reparto
adolece de una falta aberrante de una mínima actuación y los efectos especiales
acaban robando el protagonismo a sus partenaires humanos (la relación entre
Milo y Cassia, metida de la manera más difícil de creer y a toda prisa; la de
éste con Áticus, otro esclavo que no hace si no añorar la que tenían Russell
Crowe y Djimon Hounsou en Gladiator [Ridley Scott, 2000]; Kiefer Sutherland,
haciendo de si mismo y cobrando su cheque por ello: un villano plano y
rutinario). Intentando combinar tramas y subtramas entre si, todas ellas se
pierden por vericuetos marcados en pos de una falta de sorpresa, predecibles al
extremo como apenas funcional resulta la banda sonora de Shorter, rematando a
lo bajo una cinta deficiente (Carrie Anne-Moss y Jared Harris: ¿como dos
actores de su calibre han terminado en naderías de esta talla?; Corvo, un
senador que hace y deshace a voluntad, y cuyo final es para levantar un sonoro
aplauso; el momento cumbre en que por fin el monte hace erupción: algo que se
agradece para poner fin a un guión cargado de situaciones ridículas...y que da
pie a otras aún peores). Metiendo un componente trágico-romántico incluso en su
vertiente final, Pompeya más que una película es un despropósito en do mayor
hecha sin un solo atisbo de calidad o dignidad que toma una de las tragedias
más cruciales de la historia y se la pasa por el forro a base de negligencias
fílmicas. Una cinta infumable, en que ni siquiera Harington o Browning actúan
con algo de credibilidad.
La Puntilla: ¡Anda ya, hombre!. Con 80 millones podrías
haber montado un documental para cine de la leche. Y sin romances tontorrones.
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