Vista En: Gnula.nu, lunes 31 de octubre de 2016.
Título Original: A Nightmare on Elm Street.
Director: Samuel Bayer.
Guión: Wesley Strick y Eric Heisserer, basado en una
historia original de Wesley Strick, basado a su vez el libreto de 1984 escrito por Wes Craven. Género: Terror.
Música: Steven Jablonsky. Fotografía: Jeff Cutter.
Decorados: Karen Frick. Vestuario: Mari-An Ceo.
Productoras: New Line Cinema y Platinum Dunes.
Presupuesto: ±35.000.000 $.
País: USA. Año: 2010. Duración: 95 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Rooney Mara
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Nancy Holbrook
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Jackie Earle Haley
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Freddy Krueger
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Kyle Gallner
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Quentin Smith
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Katie Cassidy
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Kris Fowles
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Thomas Dekker
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Jesse Braun
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Kellan Lutz
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Dean Russell
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Clancy Brown
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Alan Smith
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Connie Britton
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Dra. Gwen Holbrook
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Lia Mortensen
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Nora Fowles
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Julianna Damm
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Kris de joven
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Christian Stolte
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Padre de Father
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Brayden Coyer
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Jesse de joven
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Nancy Holbrook y varios de sus amigos se ven
asaltados durante el sueño por una entidad sobrenatural de espantosa apariencia
que responde al nombre de Freddy Krueger. Éste, que busca venganza por su
asesinato hace varios años atrás, se cuela en los sueños de la gente para
matarla, por lo que Nancy deberá encontrar el modo de evitar que Freddy la
asesine.
Crítica: curtido y veterano director de videos
musicales para grupos varios y cantantes como Garbage, The Cranberries,
Offspring y David Bowie, entre otros, ejecuta y perpetra su primera película,
que parte con la enormérrima desventaja de tener que actualizar a uno de los
iconos de los años 90, ahora interpretado por el actor que hizo de Rorschach en
Watchmen [Zach Snyder, 2009], al que hay que reconocerle el esfuerzo de volver
al terror puro y sin edulcorar como en la película de 1984, aunque al resultado
final le falte ese componente de suspense y miedo que chorreaba éste (Jackie
Earle Haley: es chocante que en pantalla el 1’66 de éste contra el 1’77 de
Robert Englund dé un resultado tan desigual, cambiando a Krueger de ‘imponente’
a ‘alfeñique’; la cara trasnochada y resacosa de algunos de sus personajes, en
especial Kyle Gallner, restándoles credibilidad en sus papeles). Algo farragosa
en algunos de sus pasajes, éstos acaban resultando un tanto tramposos o mal
llevados en su ejecución, lo que echa a perder su guión en vericuetos que no
parecen ir a ninguna parte (el protagonismo de la película, cuya primera media
hora está centrada en Kris en lugar de en Nancy; Quentin, exigiendo a su padre
conocer la verdadera historia de Freddy Krueger, incluyendo un flashback enigmático
y tan falta de garra como el resto de su metraje; la fotografía, apagada y de
tonos oscuros, pero que no inspira temor). Guardándose sus mejores bazas y
echándolas por la borda en su escabrosidad hasta en los guiños a la franquicia
original (la referencia al ‘sueño húmedo’, Nancy en la bañera o ésta mirando
unas fotos encontradas por Quentin, lo cierto es que Pesadilla en Elm Street no
acaba de encontrar su lugar ni como remake ni como película, siendo otro de
esos casos donde la intención es puramente económica, tirando de lo visto para
funcionar. Hasta del numerito de Johnny Depp, pero a la inversa.
La Puntilla: ¿Qué diablos les pasa a estos jóvenes actores
del siglo XXI que se piensan que actuar con cara de resaca es parecer
dramáticos?.
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