Vista En: Youtube, lunes 20 de febrero 2017.
Título Original: For the Birds.
Director: Ralph Eggleston.
Guión: Ralph Eggleston. Género: Animación.
Música: Riders in the Sky. Dirección Artística: [Desconocido].
Productora: Pixar Animation Studios. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2000. Duración: 3 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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[Inexistente]
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un grupo de pequeños y presuntuosos pajaritos
azules se posan en un cable de tendido eléctrico en mitad del campo. Sus
charlas entre ellos acaban de pronto al encontrarse que un enorme y simplón
pajarraco azul se les quiere acercar. Cuando éste se junta con ellos, los
pajaritos no dudarán de echarle a toda costa, sin tener en cuenta las
consecuencias.
Crítica: Ópera prima de Eggleston, un animador de la
casa Pixar, autores de obras maestras como Toy Story [John Lasseter, 1995] y
Bichos. Una Aventura en Miniatura [Lasseter y Andrew Stanton, 1998], que supone
solapadamente un hito para la empresa por sus avances en efectos generados por
ordenador para darles una calidad y un detalle mucho más preciso y realista,
sobretodo en materia de personajes (las plumas de cada uno de los pájaros,
realizadas una a una para darles un aspecto más logrado y que su apariencia dé
mayor impresión de auténtico; el escenario en donde transcurre todo, un campo
de trigo que se mueve ligeramente por detrás de la acción principal: otro logro
para ellos al salirse de los escenarios estáticos y sin aparente vida propia;
los pajaritos, a medio camino entre la petulancia y el cascarrabias: sus muecas
y poses son en si mismas una fuente de comicidad). Brevísima y efímera en los
tres minutos de su duración, el director y también guionista hace una película
en miniatura con una estética sencilla y efectiva y unos golpes de comedia a
los que no es posible resistirse, realizando al mismo tiempo una muy precisa
valoración sobre reírse o discriminar a los demás solo por ser diferentes (los
pajaritos, burlándose del gran pájaro azul al darse cuenta de lo simplón que es
en comparación con ellos; su cara de espanto al ver que se posa entre ellos
intentando ser uno más, tan hilarante como su posterior cruce de miradas al ver
de qué manera podrán al fin librarse de él; el miedo en uno de ellos, al
comprender lo que pasará si efectivamente lo hace: el golpe de efecto que el
corto necesita para desatar la carcajada…y todo gracias precisamente a esas
plumas diseñadas una a una). Un cortometraje sin pretensiones ni ambiciones más
allá de hacer reír, lo que logra a las mil maravillas, convirtiéndose de esa
forma en una estupenda receta para espantar tristezas y depresiones.
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