Papá, Soy una Zombi [2011]

 Publicado El: Jueves, 23-Jul-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000064.
 Vista En: Cines Ocimax (Gijón), domingo 12 de febrero de 2012.

 Título Original: Papá, Soy una Zombi.

 Directores: Joan Espinach y Ricardo Ramón.

 Guión: Daniel Torres. Género: Animación.

 Música: Manuel Gil Inglada. Dirección Artística: Patxi Peláez y Beñat Beitia.

 Productora: Abra Producciones. Presupuesto: ±1.600.000 € (±1.800.000 $).

 País: España. Año: 2011. Duración: 80 minutos. Color.

Voces Originales:	Personajes:
Paula Ribó	Dixie
Núria Trifol	Isis/Julia
Iván Lavanda	Gonner
Elisabeth Bergalló	Briana/Piroska
Luis Posada	Ricardo/Vitriol
Roser Batalla	Nigreda/Sofía
Francesc Belda	Thorko
Alberto Mieza	Ficzko
Clara Schwarze	Liliana

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Dixie Malasombra es una estudiante de instituto ignorada por sus compañeros de clase por su aspecto de gótica, así como por su padre, un distraído forense. Tras un accidente fortuito, se despierta convertida en una muerta viviente. Con ayuda de dos zombis, el pirata Gonner y la momia Isis, busca una legendaria joya, el Azoth, para intentar volver a la vida.

 Crítica: Modestísima pero interesante producción con una estética inspirada directamente de Pesadilla Antes de Navidad [Henry Selick, 1993] con algunas gotas de La Novia Cadáver [Tim Burton, 2005]. Suerte de homenaje español al mundo burtoniano, caracterizado por una descripción física de personajes aquejada de unas dimensiones deformadas (Piroska, Nigreda, o los “ángeles negros”) cuando no imposibles, con cabezas enormes pero brazos, piernas y un tronco casi esqueléticos. Jugando con algunos elementos curiosos, esto se vuelve en ideas curiosas como la de personajes desdoblados del universo vivo al de los zombies (Briana y Piroska, o Ricardo, el padre de Dixie, con el hippie zombi Vitriol: sin relación entre ellos, se nota la influencia visual de unos en otros), a la vez que crea escenas con ajustadas dosis de diversión (las manías supersticiosas de Isis; la persecución de Piroska a Gonner). En cambio, tanto la animación como la movilidad de todos los personajes no resultan del todo convincentes, y el acabado de los fondos y de los diferentes escenarios van de lo repetitivo a lo deficiente (esos bosques, cementerios y grandes cuevas ya vistos en mil títulos más; el mundo real; la feria de atracciones). Intento de emular el universo gótico del creador de Eduardo Manostijeras [1990], su esfuerzo se salda con un film que se queda en un nebuloso término medio por un final deja un insípido sabor de boca, y por unas buenas intenciones que no se explotan en todo su potencial, eso sin olvidar ciertos detalles de su guión no explicados de forma satisfactoria (¿una momia zombi y otra pirata en un cementerio actual?) y que le restan lo más importante en cualquier película: credibilidad. A pesar de su entusiasmo, Papá, Soy una Zombi se convierte en un título extraño, del todo atípico en la animación patria, que busca explorar otras vías, con tantos defectos como virtudes (un ejemplo de éste último, sus graciosos créditos finales). Una película humilde, de lo más simpática. 

 La Puntilla: “¿Jack Skellington?. ¿Traje negro con pajarita, alto, enjuto y con una calavera blanca por cabeza?. No, no me suena en absoluto.”

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