Vista En: Gnula.nu, miércoles 2 de noviembre de 2016.
Título Original: Phantasm IV: Oblivion.
Director: Don Coscarelli.
Guión: Don Coscarelli. Género: Terror.
Música: Christopher L. Stone. Fotografía: Shelley Kay.
Decorados: Bret Schweinfurth. Vestuario: Carla Gibbons.
Productoras: Starway International Inc. Presupuesto: ±650.000 $.
País: USA. Año: 1998. Duración: 90 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
A. Michael Baldwin
|
Mike
|
Reggie Bannister
|
Reggie
|
Bill Thornbury
|
Jody
|
Heidi Marnhout
|
Jennifer
|
Bob Ivy
|
Patrullero demonio
|
Angus Scrimm
|
El Hombre Alto/Dr. Jebediah Morningside
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Intentando evitar transformarse en otra de
sus muchas esferas voladoras, Mike inicia un viaje a través de las dimensiones
para conocer el origen de El Hombre Alto, mientras que un reticente Reggie es
insistido por Jody para que busque a su hermano Mike y lo salve de si mismo
antes de que El Hombre Alto logre convencerlo de hacerle uno de los suyos.
Crítica: Cuarta y exhausta entrega de El Hombre Alto y
su sempiterno duelo contra el ex heladero Reggie y los ‘ni oficio ni beneficio’
Mike y Jody, que no hace si no juntar una idea loca tras otra en una especie de
conato para sacar dinero a costa de irse por ridículos impepinables, pero que
se guarda un as en la manga a tener en cuenta, haciendo que la calidad no
destaque demasiado pero que tampoco se hunda en la miseria más absoluta (las
múltiples escenas sacadas de la película original: en realidad, metraje inédito
que, perdido por años y años, fue encontrado casualmente, en que éste fue la
musa para que Coscarelli tuviera la idea del guión; el completo envejecimiento
de todos sus protagonistas, sin excepción ni salvación alguna: ¿no estarían
mejor haciendo crucigramas y disfrutando la jubilación que metiéndose en
camisas de once varas como ésta?). Extraña en su subtítulo al español, que
cambia el “olvido” original por el más simplista y sonoro “apocalipsis”,
Coscarelli arremete por cuarta vez yéndose directo al pozo de las desilusiones,
devastando la aquella simpatía de la primera entrega por la vergüenza ajena de
una franquicia que, más allá de su cuarteto prota (y en realidad casi el único
toque de decencia) carece de garra y de potencia, metiéndose en farragosidades
y flatulencias cinematográficas que desatarían el aplauso de Ed Wood (Reggie,
abriendo la camisa de Jennifer para encontrar de todo menos pechos y/o sujetadores;
el laaaargo paseo de Mike por el desierto, buscando o no acabar con su vida;
las apariciones de Jody, un Bill Thornbury al que sinceramente da pena ver: lo
de Angus Scrimm es aún más triste). Una franquicia que cual ladera de montaña
empieza desde la cumbre para, en sus extensiones, ir bajando de una forma lenta
pero segura, haciendo de esta película una reunión de amiguetes que nada tienen
mejor que hacer que ponerse a hacer lo de siempre.
La Puntilla: Decía alguien aquello de «cualquier tiempo
pasado es siempre mejor». Que razón tenía el condenado. Pero qué razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario