Vista En: Paramount Channel, jueves 3 de diciembre de
2015.
Título Original: Walking Tall.
Director: Phil Karlson.
Guión: Mort Briskin y Stephen Downing. Género: Acción.
Música: Walter Scharf. Fotografía: Jack A. Marta.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Phyllis Garr y Oscar Rodriguez.
Productora: Bing Crosby Productions. Presupuesto: ±500.000 $.
País: USA. Año: 1973. Duración: 125 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Joe Don Baker
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Buford Pusser
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Leif Garrett
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Mike Pusser
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Dawn Lyn
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Dwana Pusser
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Elizabeth Hartman
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Pauline Pusser
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Noah Beery Jr.
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Abuelo Pusser
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Lurene Tuttle
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Abuela Pusser
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Gene Evans
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Sheriff Al Thurman
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Felton Perry
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Obra Eaker
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Bruce Glover
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Grady Coker
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Ed Call
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Lutie McVeigh
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Lynn Borden
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Margie Ann
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Brenda Benet
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Luan Paxton
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Bufford Pusser es un veterano de guerra
dispuesto a limpiar la ciudad y el condado de la corrupción y el crimen que lo
infestan por doquier. Tras ser agredido por varios delincuentes, Bufford se
convierte en el objetivo del crimen organizado, iniciándose una sangrienta
carnicería cuando consiga ganar las elecciones, convirtiéndose en el sheriff
del pueblo.
Crítica: El autor de Cuando el Hampa Dicta su Ley [1960]
y La Mansión de los Siete Placeres [1968] entre otras recrea la vida del
auténtico sheriff Bufford Pusser en un relato cuyo tono, violento y descarnado
al extremo, sirve como reflejo de una sociedad en la que el código ético y la
moral son solo ilusiones (las reuniones en el Pine Ridge Club, con Callie y sus
compinches decidiendo de qué manera matar a Pusser para proseguir con sus
negocios; los sucesivos intentos de asesinatos del propio Pusser, cada uno de
ellos más brutal que el anterior; éste, leyendo sus derechos a un hombre por
casi matar a una chica). Fotográficamente luminosa aunque no por ello
tranquilizadora, y acompañada por una banda sonora muy acorde con la propia
ambientación, la fuerza de su guión y su narrativa, lenta pero decidida, se balancea
entre el cine denuncia y también la acción en apariencia gratuita pero del todo
justificada, haciendo de Joe Don Baker una especie de última línea de defensa
frente a un sistema desprovisto de cualquier atisbo de decencia (Pusser,
ajustándole las cuentas a un juez intuyendo que trabaja para los delincuentes;
su discusión con Obra acerca de hablar mucho y hacer poco, de lo más
instructiva; los intentos de hacer redadas, uno de los pocos momentos que más
que comedia, dejan una profunda desazón de impunidad). Sin eludir la víscera y
la sangre así como el lado más salvaje del ser humano, Pisando Fuerte se deja
ver como un alegato sobre la destrucción de los valores tradicionales en pos de
un mundo bastante más desagradable de lo que cabría imaginar, donde nadie está
a salvo de ser víctima de gente sin alma (el tercio final, cargando las tintas
en su vertiente más sanguinaria, de un desgarrador dramatismo; Callie,
dispuesta a todo con tal de deshacerse de Pusser). Un film sin concesiones ni
miramientos, duro, escabroso, tan emocionante como al mismo tiempo
descorazonador.
La Puntilla: De tahúres a policías. De policías a jueces y
de ellos a políticos. ¿Cómo destruir la corrupción si todo el sistema está
corrompido?.
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