Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 8 de
noviembre de 2009.
Título Original: Pandorum.
Director: Christian Alvart.
Guión: Travis Milloy, basado en una historia
original de Christian Alvart y Travis Milloy. Género: Ciencia Ficción.
Música: Michl Britsch. Fotografía: Wedigo von Schultzendorff.
Decorados: Bat Gankhuyag y Bernhard Henrich. Vestuario: Ivana Milos.
Productoras: Constantin Film Produktion y Impact Pictures.
Presupuesto: ±33.000.000 $.
Países: Alemania y Reino Unido. Año: 2009. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dennis Quaid
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Payton
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Ben Foster
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Bower
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Cam Gigandet
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Gallo
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Antje Traue
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Nadia
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Cung Le
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Manh
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Eddie Rouse
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Leland
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Norman Reedus
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Shepard
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André M. Hennicke
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Líder cazador
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Friederike Kempter
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Evalon
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Niels Bruno Schmidt
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Oficial loco ‘Eden’
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Luna Mohmand
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Niña cazadora
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Julian Rappe
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Bower, de joven
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Varios pasajeros de la nave espacial Elysium
se despiertan de repente, sin tener recuerdos ni consciencia de ellos mismos.
Poco a poco sus mentes se aclaran, recordando su misión de ir a colonizar un
planeta lejano llamado Tanis, pero esto peligra debido al pandórum, el síndrome
que borró sus mentes, y a una amenaza escondida a bordo de la propia nave.
Crítica: Interesante propuesta a mitad de camino entre
el terror y la ciencia ficción de manos del director de la terrorífica Expediente
39 [2009], con una fascinante selección de elenco protagonista encabezado por
el siempre eficaz y solvente Dennis Quaid y acompañado de Norman Reedus y Ben
Foster, que da otra muestra de su versatilidad después de X-Men: La Decisión
Final [Brett Ratner, 2006] (el inicio, en el que Bower y Payton despiertan con
su memoria en blanco, producto de la larga hibernación: en ambos se palpa el
miedo y la confusión de no saber quienes son ni donde están; el diseño de la
Elysium, un laberinto de pasillos y estancias cuyas oleadas de energía hace de
‘cotidiano’ algo ‘intimidante’; el primer ataque que sufren los protagonistas
por parte de una especie humanoide de piel muy pálida y espantosas intenciones;
Payton y los demás encontrándose con Leland, un cocinero de la nave). Jugando
con el thriller psicológico y la intriga como factores de sorpresa, Alvart hace
de una hora y tres cuartos de duración un puzzle de múltiples piezas que giran
hacia direcciones inesperadas, alterando las coordenadas de la propia película
con la simpleza de un experto ajedrecista (el momento en que los protagonistas
abren una ventana en la nave, encontrándose con un espacio exterior negro y sin
estrellas; uno de los pasajeros, encontrándose con una versión más joven de si
mismo y descubriendo quien es en realidad: uno secuencias bien hilada y
explicada; Leland, explicando el origen de los enemigos como de lo que es el
pandórum: si no es real, casi lo parece en lo bien trazado que está). Sobria y
efectiva tanto en la banda sonora como la fotografía, que sabe transmitir la
claustrofobia necesaria para ser creíble, Pandórum es un film que debajo de su
premisa da una curiosa visión sobre el riesgo de colonizar otros planetas y el
viaje empleado para ello. Y los efectos espaciales son más que decentes.
La Puntilla: Despertarte sin saber quien eres en un
entorno extraño y sin un solo asidero a la realidad. Caldo de cultivo para
perder el juicio.
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