El Niño y la Bestia [2015]

 Publicado El: Lunes, 25-Abr-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000504.

 Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 24 de abril de 2016.

 Título Original: Bakemono no Ko [N. del T.: The Boy and the Beast].

 Director: Mamoru Hosoda.

 Guión: Mamoru Hosoda. Género: Animación.

 Música: Masakatsu Takagi. Dirección Artística: Yôichi Nishikawam, Takashi Ohmori y Yohei Takamatsu.

 Productoras: Chukyo TV Broadcasting Company, Kadokawa, Miyagi Television Broadcasting, Nippon Television Network, Fukuoka Broadcasting, Hiroshima Telecasting, D.N. Dream Partners, Dentsu, Sapporo Television Broadcasting Company, Shizuoka Daiichi Television, Toho Company, Video Audio Project, Yomiuri Telecasting Corporation y Studio Chizu. Presupuesto: [Desconocido].

 País: Japón. Año: 2015. Duración: 119 minutos. Color.

Voces Originales:	Personajes:
Shôta Sometani	Ren “Kyuta”
Aoi Miyazaki	Joven Ren
Suzu Hirose	Kaede
Kôji Yakusho	Kumatetsu
Rirî Furankî	Monje Momoaki
Yô Ôizumi	Tatara
Kazuhiro Yamaji	Iozan
Masahiko Tsugawa	Gran Venerable
Kappei Yamaguchi	Jiromaru
Momoka Ohno	Joven Jiromaru
Mamoru Miyano	Ichirohiko
Haru Kuroki	Joven Ichirohiko

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Ren es un niño humano que por casualidad accede a un mundo sobrenatural poblado por seres fantásticos. Allí se convierte en el aprendiz de un guerrero tozudo y cascarrabias de nombre Kumatetsu, en una relación que marcará a ambos profundamente. Cuando años después Ren vuelve al mundo humano y conoce a la joven Kaede, ella cambiará sus prioridades.

 Crítica: Hosoda, cabeza pensante detrás de series como Digimón [1999] y de películas como Los Niños Lobo [2012], es el responsable de una epopeya con una serie de personajes que parecen una actualización de la serie animada de Sherlock Holmes [1984] creada por Hayao Miyazaki, y con una técnica excelsa a la hora de hacer a cada uno de sus protagonistas, cuya evolución conforme avanza la película es preciosista a más no poder (las eternas discusiones entre Ryuta y un malhumorado Kumatetsu, que acaban siendo muy divertidas; las apariciones, en plan Yoda, del Gran Venerable). Con un dibujo poco menos que exquisito en el diseño de la ciudad de Yutengai como en el de todos sus personajes, desde el monje Momoaki y Kaede hasta un imponente Iozan, esto alcanza proporciones épicas en su tercio final, de una originalidad nunca vista antes (una sombra gigante acosando a Ryuta y Kaede, preludio de un duelo de esos que dejan con la boca abierta; el inicio, explicando el origen de ambos mundos). Depositando toda la fuerza más en el guión que en la pirotecnia o el abuso de los momentos de lucha, la película centra su atención en la relación entre personajes y su avanzar con los años, en una lectura a múltiples bandas sobre el amor, la amistad y el sacrificio realmente admirable en su equilibro y ejecución, amén de un sentido del humor muy sano (el propio Kumatetsu y Tatara, el eterno vivales parlanchín pero de gran corazón). Un film simple en su premisa, extraordinario en sus muchos contenidos, que no solo exhibe una espectacularidad apabullante en sus coloridos y dirección artística, si no que plantea una reflexión sobre la vida y como las personas se influyen entre si. Una muestra del talento nipón de muchas virtudes (Ryuta, cambiando de niño a adolescente, lo que divide la cinta en dos; éste, descubriendo su oscuridad interior) y apenas defectos. Un trabajo realmente deslumbrante. 

 La Puntilla: ¿Que no quedan guiones que merezcan la pena?. ¡Y unas narices que no!. La animación es la única esperanza de ver un guión coxonudo.

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 ★★★★★

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