“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Encuentros en la Tercera Fase [1977]

 Publicado El: Sábado, 13-Jun-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000001.
 Vista En: TVE-1, viernes 8 de julio de 1988.
 Título Original: Close Encounters of the Third Kind.
 Director: Steven Spielberg.
 Guión: Steven Spielberg. Género: Ciencia Ficción.
 Música: John Williams. Fotografía: Vilmos Zsigmond.
 Decorados: Phil Abramson. Vestuario: James Linn.
 Productoras: Columbia Pictures Corporation, EMI Films y Julia Phillips and Michael Phillips Productions. Presupuesto: ±19.400.870 $.
 País: USA. Año: 1977. Duración: 128 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Richard Dreyfuss
Roy Neary
Teri Garr
Ronnie Neary
Melinda Dillon
Jillian Guiler
François Truffaut
Claude Lacombe
Bob Balaban
David Laughlin
Cary Cuffey
Barry Guiler
Shawn Bishop
Brad Neary
Adrienne Campbell
Silvia Neary
Justin Dreyfuss
Toby Neary
Merrill Connally
Líder del equipo
J. Patrick McNamara
Líder del proyecto
Warren J. Kemmerling
Mayor ‘Wild Bill’ Walsh

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Roy Neary es un trabajador de la compañía eléctrica que vive un suceso inexplicable al tener un encuentro con un OVNI. Sus intentos por comprenderlo minan su vida familiar a la vez que conoce a una madre soltera que ha vivido la misma experiencia, y que un científico francés lidera a una organización secreta que persigue a los OVNIs por todo el planeta.

 Crítica: Con un formato cercano al documental, Steven Spielberg explora las tres fases de un encuentro con un OVNI (avistamiento, evidencia y contacto; posteriormente se ampliaron a cinco: abducción e interacción voluntaria), a través de sus tres personajes centrales. Apoyado en una portentosa partitura de John Williams, a veces inquietante, por siempre épica (los OVNIs rodeando la casa de Jillian buscando abducir a Barry; el ascenso de ésta y Roy por una montaña al atardecer; los hallazgos del grupo de Lacombe) y en la fotografía de Vilmos Zsigmond, que va de un lado a otro del mundo (el inicio en Nuevo México, el desierto del Gobi o la India: pasajes todos ellos impresionantes) un joven Steven Spielberg de 30 años plasma con ojo clínico el aislamiento y el terror de los que viven un encuentro con un OVNI y sus consecuencias, tantos las sociales como las psicológicas (el del propio Roy, angustioso; su progresiva obsesión, que causa el deterioro familiar; Roy, mirando por la ventana a sus vecinos: un momento desolador). Aunque hay ciertos detalles que quedan en el aire (la organización de Lacombe, cuyo hermetismo no deja del todo claro si son héroes o villanos), el personaje de Ronnie acaba siendo insoportable y su final descoloca un poco en su benevolencia, lo que echa por tierra detalles más truculentos e interesantes, Spielberg combina suficientes elementos para crear un proyecto con escenas que quitan el hipo (un barco, apareciendo en el sitio más inesperado; un OVNI surgiendo tras una montaña; la cámara, en plano subjetivo, bajando por una chimenea) y con un epílogo, mejorado en la Edición Especial, visualmente asombroso. Un film con una puesta en escena magnética, perfecta incluso en los detalles más sencillos (Laughlin, mirando unos números; las cinco notas), que hace volar la imaginación con una sola de las preguntas más importantes de la humanidad: “¿hay vida ahí fuera?”. 

 La Puntilla: Cabezón obsesivo con complejo de Job al que le pasa algo raro y todo el rato se pregunta: “¿por qué a mí, señor?”.

 Mi Valoración
 ★★★★★

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1 comentario:

  1. Visión acertada. lo que más me gusta de esa película es que por muchos años que pasen y por muchos petardeos a lo Emmerich que pasen por delante de la retina, películas como esta, siempre engrandecen el género. Lo hacen sencillo, pero elegante. Esa partitura de Williams que cualquiera de nosotros podemos repetir. La edición especial es mejor aún.

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