“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

El Dragón del Lago de Fuego [1981]

 Publicado El: Domingo, 27-Sep-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000175.
 Vista En: TVE-2, viernes 13 de octubre de 1989.
 Título Original: Dragonslayer.
 Director: Matthew Robbins.
 Guión: Matthew Robbins y Hal Barwood. Género: Fantástico.
 Música: Alex North. Fotografía: Derek Vanlint.
 Decorados: Anthony Mendleson. Vestuario: John Hilling.
 Productoras: Paramount Pictures y Walt Disney Productions.
 Presupuesto: ±18.000.000 $.
 País: USA. Año: 1981. Duración: 109 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Peter MacNicol
Galen Bradwarden
Caitlin Clarke
Valerian
Ralph Richardson
Ulrich de Craggenmoor
John Hallam
Tyrian
Peter Eyre
Rey Casiodorus
Albert Salmi
Greil
Sydney Bromley
Hodge
Chloe Salaman
Princesa Elspeth
Emrys James
Simon (Padre de Valerian)
Roger Kemp
Horsrik
Ian McDiarmid
Hermano Jacopus

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Galen es un joven aprendiz de hechicero que tras la muerte de su maestro Ulrich decide hacerse cargo de una misión que en origen él iba a hacer, viajando al lejano reino de Urlan para terminar con un terrible dragón al que el rey intenta aplacar mediante sacrificios de jóvenes doncellas, a las que entrega al dragón para evitar que éste arrase todo el reino.

 Crítica: Oscura y atípica tentativa de la factoría Disney en el subgénero de la espada y brujería, en la que el debutante Peter MacNicol, conocido décadas más tarde por series como Ally McBeal [1997] o Numb3rs [2005], se convierte en el protagonista de un relato con una malsana afición por lo depresivo y lo tétrico, creando más una aventura crepuscular que un relato heroico, con una cuidada aunque viciada fotografía (los paisajes, revelando una degradación total; el castillo de Ulrich, tan decrépito como el propio mago). Robbins, en su segunda película tras Correrías de Verano [1978], dirige una odisea la cual sabe trastear con otros elementos aparte de los fantásticos, consiguiendo un contrapunto entre amargo e incisivo, reflejo de una época poco moralista (la princesa, encarándose con su padre, así como el posterior sorteo para decidir el sacrificio; Simon, hablando de magos y dragones; las proclamas de Jacopus contra el dragón, involuntariamente divertidas). Si bien su progresión a veces parece estancarse o tener algunos momentos muertos, Robbins da margen de maniobra para que la espectacularidad estalle en el instante preciso, con una carga brutal (el tercio final: un despliegue de magia a la enésima potencia). Una espectacularidad pareja a la encomiable partitura de Alex North y otros elementos igualmente importantes, que imprimen algo más de fuerza a una producción que, más o menos en la línea de Excalibur [John Boorman, 1981], hablan sobre el fin de un mundo y el inicio de otro (el incipiente aparecer del cristianismo; el último acto del rey, de una hipocresía absoluta pero del todo reconocible; Caitlin Clarke, maravillosa: su aparición durante unos festejos es exquisita). Aunque algo coja debido a los efectos especiales (a los que se les ve algo el plumero), El Dragón del Lago de Fuego es un cuento de hadas con talento para ser emocionante y entrañable, ideal para amantes del género. 

 La Puntilla: Un dragón escupefuego contra un rey aún más corrupto que un político español. A ver quien sabe decirme cual es más peligroso.

 Mi Valoración
 ★★★★

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