Vista En: TVE-2, lunes 3 de julio de 1995.
 Título Original: Pale Rider.
 Director: Clint Eastwood.
 Guión: Michael Butler y Dennis Shryack. Género: Western.
 Música: Lennie Niehaus. Fotografía: Bruce Surtees.
 Decorados: Ernie Bishop. Vestuario: Darryl Athons y Deborah Hopper.
 Productora: The Malpaso Company. Presupuesto: ±6.900.000 $.
 País: USA. Año: 1985. Duración: 115 minutos. Color.
Reparto: 
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Personajes: 
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Clint Eastwood 
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Predicador  
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Michael Moriarty 
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Hull Barret  
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Carrie Snodgress 
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Sarah Wheeler  
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Christopher Penn 
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Josh LaHood  
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Richard Dysart 
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Coy LaHood  
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Sydney Penny 
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Megan Wheeler  
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Richard Kiel 
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Club  
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Doug McGrath 
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Spider Conway  
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John Russell 
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Stockburn  
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Charles Hallahan 
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McGill  
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Fran Ryan 
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Ma Blankenship  
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Richard
  Hamilton 
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Jed
  Blankenship 
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 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
 Argumento: Allá por 1880, Coy LaHood es un próspero
minero que funda su propio pueblo en California y que busca a toda costa
apoderarse del terreno cercano en el que viven unos buscadores de oro junto a
sus familias. Después de destrozar su campamento, sus intentos por echarles
quedan parados por la llegada de un predicador que decide proteger a los
buscadores de oro.
 Crítica: Fastuosa y fascinante aproximación por parte
de un veterano en esas lides como Clint Eastwood, cuya mezcla entre dirección y
protagonista le dan ventaja a la hora de rodar secuencias de una enorme fuerza
como al mismo tiempo ofrecer unas panorámicas visualmente fantásticas y casi
oníricas por momentos, sacando de la película un poderío fílmico importante y
con guiños jugosos incluso en su título (la cara de Stockburn mientras LaHood
le describe como es físicamente el Predicador, en que la respuesta de éste sugiere
más que explica; la de Sarah Wheeler, viendo por sorpresa que en la espalda del
Predicador hay huellas de un pasado bastante doloroso; Spider Conway, ante la
puerta de LaHood, pavoneándose por haber encontrado una pepita de oro gigante:
una fiesta que se torcerá como solo en el Salvaje Oeste se pueden torcer la
cosas). Inmaculada en el vestuario de la película, en especial en el de
Stockburn y sus matones, como el de ese espléndido y malévolo Richard Dysart,
paradigma del ricachón hecho a si mismo que nunca tiene suficiente dinero, El
Jinete Pálido no se corta un pelo a la hora de incluir pasajes de un crudo que
cuesta digerirlas y que recuerdan a otras como la de Ruta Suicida [Clint
Eastwood, 1977], simbolizando una época en la que el valor de la vida humana
era más bien escaso (el progresivo interés entre paternal y romántico de Megan
por el Predicador; Josh, encontrándose con ésta en el campamento y dispuesto a
saciarse de sus instintos más bajos: el hermano de Sean Penn se deja en casa
las bondades de Footloose [Herbert Ross, 1984] para convertirse en un auténtica
alimaña; los parajes de LaHood y alrededores, invernales y de una gélida
belleza que va paralelo a la ausencia emocional de muchos de sus personajes).
Un film, fabuloso y totalmente arrebatador, en otra prueba de la genialidad,
dirigiendo y actuando, de un mito llamado Clint Eastwood.
 La Puntilla: Si eso es lo que hace siendo predicador, no
me quiero imaginar de lo que sería capaz de hacer si se metiese a mercenario.
 Mi
Valoración
 ★★★★★

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