Vista En: TCM, martes 9 de agosto de 2016.
Título Original: The Longest Yard.
Director: Robert Aldrich.
Guión: Tracy Keenan Wynn, basado en una historia
original de Albert S. Ruddy. Género: Drama.
Música: Frank De Vol. Fotografía: Joseph F. Biroc.
Decorados: Raphael Bretton. Vestuario: Charles James.
Productoras: Paramount Pictures, Albert S. Ruddy
Productions y Long Road Productions. Presupuesto: ±2.900.000 $.
País: USA. Año: 1974. Duración: 121 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Burt Reynolds
|
Paul Crewe
|
Eddie Albert
|
Alcaide Hazen
|
Ed Lauter
|
Capitán Wilhelm Knauer
|
Michael Conrad
|
Nate Scarboro
|
Jim Hampton
|
Caretaker
|
Harry Caesar
|
Granville
|
John Steadman
|
Pop
|
Charles Tyner
|
Unger
|
Mike Henry
|
Rassmeusen
|
Jim Nicholson
|
Ice Man
|
Bernadette Peters
|
Secretaria del Alcaide
|
Pervis Atkins
|
Mawabe
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Paul Crewe, antigua estrella del fútbol
americano, es detenido y condenado a 18 meses de prisión. El alcaide Hazen
consigue convencerle de ayudarle a entrenar un equipo para ganar el torneo
nacional, animándole a su vez a reclutar a varios presos para jugar un partido
contra los guardas, pero esto le pondrá el punto de mira del jefe de guardas,
Wilhelm Knauer.
Crítica: Quién dirigiese westerns como Veracruz [1954]
y en cintas bélicas de la envergadura de Doce de Patíbulo [1967] se encarga de
sacar lo mejor de un inmenso Burt Reynolds cuya aportación en la película es
poco menos que de sobresaliente, en una historia que bajo sus trazas de comedia
se esconde un crudísimo drama sobre la vida en las prisiones del sur de USA,
fantástica en lo que a la fotografía se refiere, y con unos parajes que la
acercan a La Leyenda del Indomable [Stuart Rosenberg, 1967] (las tácticas del
alcaide Hazen para conseguir lo que quiere, revelando un sadismo de lo más
retorcido; el capitán Knauer, una auténtica furia que vive por y para la violencia
y la degradación, así como la sistemática humillación de los guardas contra los
negros, tal que si fuesen presos de tercera; la cárcel, localizada en mitad de
ninguna parte). Dotada de cierta melancolía como de pasajes algo más risibles
en un intento de equilibrar su carga emocional, Aldrich demuestra una agudeza
fílmica de primera a la hora de abordar un proyecto, usando cada parte de su
metraje para montar escenas algunas divertidas, pero otras bastante más
difíciles de digerir (el retrato de Crewe, un tipo sin conciencia que, pese a
tenerlo todo, no siente empatía por nada ni por nadie; éste, encarándose con
otro preso en el pantano, uno de los escasos instantes cómicos de verdad; la
muerte de uno de los personajes, trágica y descorazonadora por igual). Llevando
la narración a sus últimas consecuencias y con un reparto en el que sorprenden
algunos de sus secundarios (el partido entre guardas y presos, donde la
agresividad es la reina de la función; Richard Kiel, el villano de mandíbula de
acero de la saga 007: simpatiquísimo a más no poder), El Rompehuesos, alejada
traducción de La Yarda más Larga, consigue de sobra su objetivo: fabricar un
pasatiempo de gran calidad, a veces amargo, a veces dulce, pero siempre
desbordante.
La Puntilla: Incluso en prisión, la dignidad humana
también cuenta. Aunque sea con un mísero partido de fútbol americano.
Mi
Valoración
★★★★★
No hay comentarios:
Publicar un comentario