Vista En: Calle 13, martes 11 de octubre de 2016.
Título Original: Kiss of Death.
Director: Barbet Schroeder.
Guión: Richard Price, basado en una historia de
Eleazar Lipsky, basado a su vez en el libreto de 1947 de Ben Hecht y Charles
Lederer. Género: Intriga.
Música: Trevor Jones. Fotografía: Luciano Tovoli.
Decorados: Roberta J. Holinko. Vestuario: Theadora Van Runkle.
Productoras: Twentieth Century Fox Film Corporation.
Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 1995. Duración: 101 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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David Caruso
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Jimmy Kilmartin
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Samuel L. Jackson
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Calvin Hart
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Nicolas Cage
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Little Junior Brown
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Kathryn Erbe
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Rosie Kilmartin
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Stanley Tucci
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Frank Zioli
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Michael Rapaport
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Ronnie Gannon
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Ving Rhames
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Omar
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Philip Baker Hall
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Big Junior Brown
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Anthony Heald
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Jack Gold
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Helen Hunt
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Bev Kilmartin
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Angel David
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J.J.
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John Costelloe
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Cleary
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Jimmy Kilmartin, un ladrón de coches y timador
al que sueltan de prisión tras tres años de condena, es forzado por un fiscal a
que le ayude para detener a Little Junior, un peligroso mafioso amigo suyo.
Pero a medida que cumpla su trabajo de infiltrado se verá metido en una maraña
de intrigas y mentiras de las que tendrá que usar su ingenio para salir con
vida.
Crítica: Volviendo a demostrar que la intriga y
asesinato es lo suyo en pelis como El Misterio Von Bulow [1990] y Mujer Blanca
Soltera Busca [1992] Barbet Schroeder se atreve con un remake de El Beso de la
Muerte [Henry Hathaway, 1947], donde Victor Mature y Richard Widmark son
cambiados por el pelirrojo David Caruso y el desatado Nicolas Cage, que se roba
la película gracias a lo trastornado de su personaje (la forma de Little Junior
de celebrar la muerte de su padre o la de castigar a alguien por propasarse con
una de las chicas de su club: la intensidad de Cage ensombrece a todos;
Kilmartin, un hombre en busca de redención atrapado por la sombra de su pasado:
su venganza contra Ronnie es impecable). Con bastante solvencia y credibilidad,
Schroeder se las compone para dibujar un mundo de malos y de malísimos, en
donde la gente buena se cuenta con los dedos de una mano y la tragedia está a
la vuelta de la esquina, todo ello matizado espléndidamente en la banda sonora
de Jones y la fotografía de Tovoli (Kilmartin, buscando a su hija pequeña en el
bosque, solo para dar con ella de un modo angustioso; Zioli, un fiscal con más
trucos que un mago de vodevil, al que Tucci le imprime esa pátina de ambigüedad
e ironía que tan bien se le da; Gold, un picapleitos que se sabe todos los
trucos legales para que sus corruptos clientes queden libres: ¿por qué cuando
Heald hace de malo parece estar disfrutándolo a tope?). Malévola hasta límites
que llegan a indigestar, El Sabor de la Muerte se alza por méritos propios como
un thriller sólido y efectivo, con instantes crudos por definición (Bev, una
Helen Hunt que sale de escena demasiado pronto; Hart, un poli violento y con
ganas de venganza interpretado por un genial Samuel L. Jackson; Kilmartin y
Omar, en una charla truncada de súbito), en la que se ve y percibe que a veces
los criminales no son tan pérfidos como los que intentan detenerlos. Chapeau.
La Puntilla: Dejar el crimen es peor que dejar el tabaco:
los polis te buscan como soplón y los ex socios para que vuelvas a lo de antes.
Vaya plan.
Mi
Valoración
★★★★★
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