Vista En: Cines Odeón (Corvera), domingo 11 de
septiembre de 2016.
Título Original: The Little Prince.
Director: Mark Osborne.
Guión: Irena Brignull y Bob Persichetti, basado en
la novela homónima de Antoine de Saint-Exupéry, publicada en 1943. Género: Animación.
Música: Joann Le Blanc, Richard Harvey y Hans Zimmer. Dirección Artística: Corin Merrell.
Productoras: Onyx Films, Orange Studio, Kaibou
Productions, M6 Films, M6, ON Animation Studios, LPPTV, TouTenKartoon,
Paramount Animation y On Entertainment. Presupuesto: ±81.200.000 $.
País: Francia. Año: 2015. Duración: 108 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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Mackenzie Foy
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La niña
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Jeff Bridges
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El aviador
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Riley Osborne
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El principito
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Rachel McAdams
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La madre
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Marion Cotillard
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La rosa
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James Franco
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El zorro
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Benicio Del Toro
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La serpiente
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Ricky Gervais
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El hombre vanidoso
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Paul Rudd
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Sr. Príncipe
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Bud Cort
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El rey
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Paul Giamatti
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El profesor de la academia
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Albert Brooks
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El hombre de negocios
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Una niña pequeña vive en un mundo de gente
adulta, con una madre obsesionada con que ella crezca antes de tiempo. Pero su
vecino, un anciano aviador, le envía poco a poco páginas de una vivencia que le
pasó en su juventud. Esto la llevará a un mundo de fantasía, en una amistad que
será un viaje extraordinario para ella, reconectándola con su infancia.
Crítica: Osborne, realizador de la primera parte de
Kung Fu Panda [2008], se atreve a llevar la novela de Antoine Saint-Exupéry al
terreno de la animación con una sutil pero descarnada crítica hacia el mundo de
los adultos, haciendo una relectura del clásico francés fascinante en sus
detalles como en la forma en que se combinan dos animaciones diferentes (la
descripción del pueblo en donde habitan la madre y su hija: cuadriculado,
monótono, frío, sin nada que destaque en ningún aspecto; los intermitentes
pasajes de la niña leyendo el propio cuento, donde el ordenador da paso a la
técnica stop-motion mediante papel de arcilla: una deliciosa maravilla; los
propios adultos: apagados, casi como almas en pena, todos vistiendo igual).
Curiosa en algunos detalles como la ausencia de nombres propios en todos sus
personajes, la película juega con extremada habilidad sus bazas para crear un
relato atemporal, centrando su acción en dos personas del todo opuestas entre
sí, pero cuya relación es de lo más emotiva (los primeros encuentros entre el
aviador y la niña; el viaje del principito por varios asteroides, encontrándose
con estrafalarios personajes; la madre, mostrando el “plan de vida”, tan
alucinante como desolador: una muestra de la mente adulta en su faceta menos
humana). Atreviéndose a ir más allá, la película expande el propio libro con
bastante acierto, de manera que permite hacer una versión distinta, respetando
el texto original, dándose así el placer de la novedad como de la
espectacularidad (la niña, dispuesta a encontrar al principito a su manera; el
hallazgo de un tarro cuyo contenido es de una gran belleza; la aparición de una
rosa muy especial). Contando con la preciosa canción “Sígueme” a cargo de Roko,
El Principito se alza por si sola a modo de brillante rubí que además de
rescatar un cuento de toda la vida, lo hace de la mejor manera posible: llegando
a lo más hondo del corazón.
La Puntilla: La infancia es el derecho que obtenemos al
nacer. Que triste es ver a los padres desear que sus hijos la abandonen antes
de tiempo.
Mi
Valoración
★★★★★
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