Vista En: Calle 13, viernes 23 de septiembre de 2016.
Título Original: The American.
Director: Anton Corbijn.
Guión: Rowan Joffe, basado en la novela Un Caballero
muy Privado, de Martin Booth, publicada en 1990. Género: Intriga.
Música: Herbert Grönemeyer. Fotografía: Martin Ruhe.
Decorados: Michelle Day. Vestuario: Suttirat Anne Larlarb.
Productoras: Focus Features, Greenlit Rights, Smokehouse
Pictures y This Is That Productions. Presupuesto: ±20.000.000 $.
Países: USA y Reino Unido. Año: 2010. Duración: 105 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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George Clooney
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Jack/Eduardo
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Violante Placido
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Clara
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Johan Leysen
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Pavel
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Paolo Bonacelli
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Padre Benedetto
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Thekla Reuten
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Matilde
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Samuel Vauramo
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Joven sueco
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Guido Palliggiano
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Camarero
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Antonio Rampino
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Cartero
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Filippo Timi
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Fabio
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Raffaele Serao
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Barman
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Anna Foglietta
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Anna
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Irina Bjorklund
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Ingrid
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Jack es un asesino a sueldo que tras su
último trabajo, que salió peor de lo esperado, es enviado a un remoto pueblo
italiano para esconderse allí hasta que se calmen las aguas. Allí comienza a
trabar amistad con el cura del pueblo y con una prostituta, Clara, pero su
pasado le persigue y pronto se encontrará con un nuevo encargo más peliagudo de
lo que sospecha.
Crítica: Reputado director de videos musicales como el
“Heart-Shaped Box” de Nirvana, así como el grueso de la videografía de Depeche
Mode, Corbijn intenta sin mucho éxito recrear los thrillers de los 70 como los
protagonizados por Charles Bronson al estilo de Fríamente, sin Motivos
Personales [Michael Winner, 1972], teniendo como eje central a un George
Clooney en un papel, no sobrio si no ligeramente aburrido en lo circunspecto
que es, y a su lado a una bellísima Violenta Placido, que consigue elevar un
poco la sosería de una película con demasiados pasajes muertos y una fotografía
muy deslucida, lo que le hace un flaco favor a su entramado (la llegada de Jack
al pueblo, casi sin gente y ubicado en mitad de ninguna parte; el retrato de
Jack, un hombre parco de palabras y casi ausente de toda sonrisa, como llevando
a rastras el peso de sus víctimas a sus hombros>; el camping con Matilde,
tenso que uno no sabe si terminarán matándose entre ellos allí mismo). Haciendo
el mismo golpe de efecto que en su día Jack Nicholson hizo por Mejor Imposible
[James L. Brooks, 1997], en que de cambiar al actor la película perdería todo
atisbo de interés, su trama avanza a ritmo de estar comatosa, y la casi ausencia
de banda sonora arrastra la película a una renqueante sensación de pesar (Jack
y sus numerosas charlas con el Padre Benedetto, un hombre con varios secretos
en su haber; su ayuda a Matilde, una asesina con otro trabajo pendiente; el
inicio, aciago en una de las víctimas cuya muerte es del todo incomprensible:
¿por qué tenía que morir?). En su acabado final, cuyo ídem plantea dudas que
parece no atreverse a responder, creando dudas de si eso es un acierto o un
desatino, El Americano es un conato de revivir un género que vivió sus días de
gloria tiempo ha. Un largometraje al que le sobra contención y le falta más
dinamismo y sobretodo un pulido más fino de lo que podría haber ofrecido.
La Puntilla: La idea no era mala...pero por dios, que un
caracol con reuma y ciática está más animado que la cara de George Clooney.
Mi
Valoración
★★★★★
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