Vista En: Tele 5, domingo 29 de abril de 2007
Título Original: Bicentennial Man.
Director: Chris Columbus.
Guión: Nicholas Kazan, basado en la novela El Hombre
Positrónico, de Isaac Asimov y Robert Silverberg, publicada en 1992, basada a
su vez en el relato corto homónimo de Isaac Asimov, publicado en 1976. Género: Ciencia Ficción.
Música: James Horner. Fotografía: Phil Meheux.
Decorados: Anne Kuljian y Josh Fifarek. Vestuario: Joseph G. Aulisi.
Productoras: 1492 Pictures, Columbia Pictures Corporation,
Laurence Mark Productions, Radiant Productions y Touchstone Pictures.
Presupuesto: ±100.000.000 $.
Países: USA y Alemania. Año: 2000. Duración: 132 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Robin Williams
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Andrew Martin
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Embeth Davidtz
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Amanda Martin/Portia Charney
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Sam Neill
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Richard Martin
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Oliver Platt
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Rupert Burns
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Kiersten Warren
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Galatea
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Wendy Crewson
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Rachel Martin
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Angela Landis
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Grace Martin
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Bradley Whitford
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Lloyd Charney
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Stephen Root
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Dennis Mansky
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Hallie Kate Eisenberg
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Amanda Martin, 7 años
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Lindze Letherman
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Grace Martin, 9 años
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Igor Hiller
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Lloyd Charney, 10 años
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el año 2005, la familia Martin se compra
un robot NDR-114 de modelo doméstico, al que llaman Andrew. Éste, que poco a
poco comienza a dar muestras de una programación inusual, es alentado por su
dueño para que sea independiente y descubra su propio destino, lo que llevará a
una odisea de dos siglos en los que irá descubriendo su propia humanidad.
Crítica: Extraña y por momentos demasiado empalagosa
adaptación de uno de los relatos más reconocidos del astrónomo y escritor Isaac
Asimov, al que le falla la indeterminación de sus géneros, balanceándose parcialmente
entre todos pero sin llegar a decantarse por uno concreto, haciendo una mixtura
un poco a lo Conan, el Bárbaro [John Milius, 1982], y sacando de Robin Williams
cuanto necesita para sostener su duración, acompañado por unos actores muy
eficaces como Sam Neill, Oliver Platt y Embeth Davidtz (Andrew, asombrando a la
familia con una batería de chistes; las visitas a NorthAm Robotics, donde
Dennis Mansky parece estar deseando abrir a Andrew para ver lo que tiene en su
interior, o directamente librarse de un incordio; «eso no me vale», frase
estrella de Andrew para cuando prepara algo trascendente). Lenta pero firme en
sus pasos y más en su desarrollo, los efectos visuales acaban dominando la
función con una envolvente bastante realista en su concepción, a la inversa en
que Andrew se va humanizando más y más, cambiando su trama principal (el
encuentro entre Andrew y “Amanda”, solo para descubrir que no es quién él
piensa; la descripción de las ciudades del futuro, extrapolación bastante
razonable respecto a su fecha de estreno, proyectando un siglo XXIII creíble y
alejado de sagas a lo Star Trek; Andrew, pidiendo reiteradamente al Congreso
Mundial que sea reconocido como un humano y no como robot). Excelente en el
trabajo de James Horner y luminoso en lo fotográfico de Meheux, algunos de sus
pasajes son de una emotividad absoluta, elevando lentamente estas cotas, para
tener un clímax lacrimógeno hasta lo indecible (Richard, dándole por sorpresa a
Andrew un precioso discurso: la calidad de Sam Neill se sale de la gráfica;
Portia, explicando a Andrew su deseo de envejecer y morir como es de recibo).
Un film complejo y profundo, intenso y humano al 1000‰.
La Puntilla: ¿Y si la humanidad no resultase ser
exclusivamente de la especie humana?. ¿Podría un robot llegar a tener alma como
un ser vivo?.
Mi
Valoración
★★★★★
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