Vista En: Cines Marta & María (Avilés), jueves 5 de
noviembre de 1998.
Título Original: The Truman Show.
Director: Peter Weir.
Guión: Andrew Niccol. Género: Drama.
Música: Burkhard Dallwitz. Fotografía: Peter Biziou.
Decorados: Nancy Haigh y J Sanchez. Vestuario: Marilyn Matthews.
Productoras: Paramount Pictures y Scott Rudin Productions.
Presupuesto: ±60.000.000 $.
País: USA. Año: 1998. Duración: 103 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Jim Carrey
|
Truman Burbank
|
Laura Linney
|
Meryl Burbank/Hannah Gill
|
Noah Emmerich
|
Marlon
|
Natascha McElhone
|
Lauren/Sylvia
|
Ed Harris
|
Christof
|
Paul Giamatti
|
Director de la sala de control
|
Harry Shearer
|
Mike Michaelson
|
Holland Taylor
|
Madre de Truman
|
Brian Delate
|
Padre de Truman
|
Blair Slater
|
Truman de joven
|
Peter Krause
|
Lawrence
|
Heidi Schanz
|
Vivien
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Truman Burbank, un asegurador de Seahaven,
Florida, comienza a tener sospechas de que todos a su alrededor son parte de
una conspiración después de tener varios sucesos extraños. Lo que Truman ignora
es que él, su vida y el pueblo entero son el mayor show televisivo del planeta,
dirigido por Christof, el cual hará lo imposible para que Truman no escape de
allí.
Crítica: Aparcando todas sus muecas de Ace Ventura, un
Detective Diferente y La Máscara [Tom Shadyac y Chuck Russell, ambas de 1994],
Jim Carrey se da un baño de multitudes para ofrecer una actuación prodigiosa y
en algunos momentos antológica, transformándose ante la cámara de una manera
difícil de creer, al tiempo que Ed Harris roba cada plano con esa
característica aura de poderío actoral que le acompaña, ejerciendo de perfecto
contrapunto en una historia escrita por el director de Gattaca [1997] (la
entrevista a Christof, explicando sus orígenes y su infancia; el momento en el
que Truman empieza a sospechar, tras caerse “algo” del cielo; Laura Linney, la
de Congo [Frank Marshall, 1995], divertidísima en su Meryl, una esposa/actriz
desbordada por un Truman al que no puede controlar). Jugando con múltiples
referencias, y con un evidente y enorme componente de sadismo, el realizador de
La Costa de Los Mosquitos [1986] y El Club de los Poetas Muertos [1989] se
recrea otra vez en la extravagancia de un mundo enloquecido, soltando detalles
aquí y allá que juegan a crear una constante y fantástica tensión (Truman,
mirando al espejo, despertando suspicacias en la sala de control; Marlon,
buscando a Truman ordenado por Christof: su respuesta, directamente a cámara,
es de lo mejor; la persecución a Truman por las afueras de Seahaven, tan
angustiosa como la sufrida por Charlton Heston en El Planeta de los Simios
[Franklin J. Schaffner, 1968]). Metiendo cosas en principio anodinas y una visión
bastante pesimista de la humanidad (Truman, mirando un collage de fotos para
recrear la cara de Lauren; los varios telespectadores que siguen la serie,
idiotizados hasta extremos inenarrables), El Show de Truman (Una Vida en
Directo) es un largometraje perfecto, desde la banda sonora a su fotografía,
por no decir un final bíblico, que envía la película hasta el reino de las
obras maestras.
La Puntilla: Da igual que sea perfecto. Da igual que sea
idílico. Si el mundo a nuestro alrededor no es real, siempre nos revolveremos
contra él.
Mi
Valoración
★★★★★
No hay comentarios:
Publicar un comentario