Vista En: TVE-1, domingo 13 de noviembre de 2011.
Título Original: Lord of War.
Director: Andrew Niccol.
Guión: Andrew Niccol. Género: Intriga.
Música: Antonio Pinto. Fotografía: Amir Morki.
Decorados: Fred Du Preez, Henry du Rand y Donna
Hamilton. Vestuario: Elisabetta Beraldo.
Productoras: Entertainment Manufacturing Company, VIP 3
Medienfonds, Ascendant Pictures, Endgame Entertainment, Majority Entertainment,
Saturn Films, Rising Star y Copag V. Presupuesto: ±50.000.000 $.
Países: USA, Alemania y Francia. Año: 2005. Duración: 122 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Yuri Orlov
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Jared Leto
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Vitaly Orlov
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Bridget Moynahan
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Ava Fontaine
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Eamonn Walker
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André Baptiste
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Sammi Rotibi
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André Baptiste Jr.
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Eugene Lazarev
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General Dmitri Orlov
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Jasper Lenz
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Gregor
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Tanit Phoenix
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Candy
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Kobus Marx
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Boris
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Stephan De Abreu
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Liev
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Ian Holm
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Simeon Weisz
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Ethan Hawke
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Jack Valentine
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: A principios de los años 80, un inmigrante
ucraniano de nombre Yuri Orlov decide cambiar su vida y convertirse en un
traficante de armas. A lo largo de los siguientes años consigue hacerse un
nombre importante en el mercado negro, compaginando su vida laboral con la
personal mientras Jack Valentine, un decidido agente de la Interpol, intenta
detenerle.
Crítica: Demoledora y especialmente angosta visión
sobre el tráfico de armas y la propia guerra con la que Nicolas Cage da una
lección de actuación gracias a su muy medido Yuri Orlov (inspirado en parte en
el real Viktor Bout), junto a un contrapunto humano y moralista, encarnado por
un Jared Leto poco más que espléndido (la narración en off de Yuri,
describiendo a la perfección los últimos años de la Guerra Fría y lo que ello
supuso para el mercado negro: de atragantarse por lo terrible de la situación;
el intento frustrado de Vitali por salvar a un chico de ser ejecutado, inicio
de una larga caída al infierno de los remordimientos; los infinitos trucos de
Yuri para burlar a cuanto problema se le pone a tiro: no lo igualaría ni el
mejor Houdini). Prodigioso en su principio como en su posterior desarrollo,
salvo por algunas tramas secundarias vistas y manidas hasta la saciedad, Niccol
hace un largometraje que se sumerge hasta la cabeza en lo que a maldad se
refiere, dibujando un mundo de sombras con ninguna luz al final del túnel
(Baptiste, inspirado en el real Charles Ghankay Taylor, personificación de los
dictadores dementes; la relación de Yuri con su esposa, predecible al extremo,
pero del que Bridget Moynahan saca todos sus registros como actriz; las
esporádicas apariciones de Valentine, un ingenuo en una sociedad de desalmados:
sus careos con Yuri {sobretodo el último} son de una precisión de
francotirador). Trabajada en cuanto a canciones, fotografía y la banda sonora,
en que las tres encajan como un guante, y soltando alguna que otra perla de
sabiduría digna de ser plasmada en una tesis de historia («a menudo las
atrocidades más brutales ocurren cuando ambos combatientes se autoproclaman
luchadores por la libertad»), El Señor de la Guerra es un más que auténtico y
arrollador alegato contra la guerra. Una clásica historia sobre buenos y malos.
Solo que contada desde el punto de vista del malo.
La Puntilla: Cuatro minutos. Eso es todo lo que se
necesita para entender el origen de una bala y su propósito. Y para odiar a la
humanidad por ello.
Mi
Valoración
★★★★★
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