Publicado El: Sábado, 9-Jul-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000650.
Vista En: Pelis24.com, jueves 19 de noviembre de 2015.
Título Original: In the Name of the King 3: The Last Mission.
Director: Uwe Boll.
Guión: Joel Ross. Género: Fantástico.
Música: Jessica de Rooij. Fotografía: Mathias Neumann.
Decorados: Asen Bozilov. Vestuario: Burya Stefanova.
Productoras: Event Film Distribution y Filmbox. Presupuesto: ±3.500.000 $.
Países: Canadá y Bulgaria. Año: 2014. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Dominic Purcell
|
Hazen Kaine
|
Ralitsa Paskaleva
|
Arabella
|
Daria Simeonova
|
Emeline
|
Petra Gocheva
|
Sophie
|
Marina Dakova
|
Alys
|
Bashar Rahal
|
Ulrich
|
Nikolai Sotirov
|
Tybalt
|
Marian Valev
|
Tervin/Ayavlo
|
Tsvotoluyb Itlev
|
Alekandar
|
Shelly Varod
|
Anna
|
Valentin Balabanov
|
Kardam
|
Stefan Spassov
|
Andon Rakovski
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Hazen Kaine es un sicario el que encargan
como última misión secuestrar a las dos hijas pequeñas de la familia real de
Bulgaria. Las cosas se complican cuando en mitad del encargo Kaine se ve
transportado a un reino fabuloso de la Edad Media, en donde se ve forzado a
luchar contra Tervin, un malvado que se ha hecho con el trono y posee un dragón
bajo su control.
Crítica: Conclusión de una trilogía que empezó mal y
fue a peor, en que Uwe Boll repite como director grabando a un Dominic Purcell
más soso y anodino que nunca, lejos de su Blade: Trinity [Davis S. Gover, 2004]
y su serie Prison Break [2005], junto a un reparto poco conocido y metido en
escenarios que parecen haber salido de una tienda de saldos. Una nueva vuelta
de tuerca al mismo asunto que directamente y sin pudor alguno calca el
argumento de su segunda parte, con villanos aún más secos y acartonados (caso
de Valev, que hace doble papel), y que además se permite un guión enloquecido
que genera ideas que no se sabe si las hicieron adrede o solo estaban en pleno
colocón al pensarlas (¿Kaine, enfrentándose al dragón en la actualidad, y
encima con las calles casi desiertas?. ¡Ya quisieran!; las batallas, filmadas
imitando el estilo de Michael Bay, pero en su versión más torpe y confusa).
Olvidando todo rigor histórico e inventándose a las normas a su manera, Boll
recrea una historia ya dirigida por él mismo dos años antes, haciendo de ésta
un disparate detrás de otro (la forma de hablar de Emeline y sus coetáneos
medievales, imposible en aquellos años; la propia barrera del idioma: ¿en
verdad dos personas de varios siglos de diferencia podrían entenderse a la
perfección?; una niña, dando un abrazo a su secuestrador: para que luego digan
del Síndrome de Estocolmo). Ni la presencia de dos bellezas como Ralitsa
Paskaleva y Daria Simeonova son garantía para salvar un ejemplo del cine
lowcost más chabacano rodado en la Europa del Este (sus localizaciones apenas
son explotadas). Una película sin chispa, y que apenas ofrece un
entretenimiento decente, que cuenta además con efectos especiales ciertamente
infumables (el dragón echando fuego, o una niebla de hielo seco coloreada como
mejor se pudo). Un producto con un aberrante formato de serie Z, hecho a mayor
gloria de la inmundicia.
La Puntilla: “¡JA!, ¿qué no podía montarme mi propia
trilogía fantástica a lo Peter Jackson?. ¡Pues lo hice, y encima a precio de
saldo!. ¡TOMA YA!”.
Mi
Valoración
★★★★★
No hay comentarios:
Publicar un comentario