Publicado El: Sábado, 9-Jul-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000649.
Vista En: Antena 3, lunes 24 de agosto de 2015.
Título Original: In the Name of the King 2: Two Worlds.
Director: Uwe Boll.
Guión: Michael Nachoff. Género: Fantástico.
Música: Jessica de Rooij. Fotografía: Mathias Neumann.
Decorados: Joshua Plaw. Vestuario: Kerry Weinrauch.
Productoras: Event Film Distribution, Pistoleros,
Brightlight Pictures, Studio West Productions y Boll Kino Beteiligungs GmbH
& Co. KG.
Presupuesto: ±4.500.000 $.
Países: Alemania y Canadá. Año: 2011. Duración: 96 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dolph Lundgren
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Granger
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Lochlyn Munro
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El Rey
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Natassia Malthe
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Manhatten
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Christina Jastrzembska
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Santa Madre
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Aleks Paunovic
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Allard
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Natalie Burn
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Elianna
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Elisabeth Rosen
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La Vidente
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Michael Adamthwaite
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Thane
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Heather Doerksen
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Dunyana
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Michael Antonakos
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Soldado #1
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Adam Bloch
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Soldado #2
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Reese Alexander
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Soldado #3
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Granger, un antiguo soldado del ejército, es
enviado atrás en el tiempo a una remota época medieval. Allí conoce a un rey
que le informa que él es el elegido por una profecía de su época para destruir
a la Santa Madre, una poderosa bruja que comanda a los seres oscuros, una raza
la cual se creía extinta años atrás pero que ahora han vuelto más fuertes que
antes.
Crítica: Cuatro años después de su primera parte, Uwe
Boll firma la secuela que expande el universo de la primera, con una lamentable
puesta en escena que solo refleja su gran falta de medios y un imposible Dolph
Lundgren dando el relevo al Jason Statham original (la primera charla entre
Granger y el rey, de una tontería ridícula; los intentos del primero por
hacerse el graciosito a ojos de las gentes medievales). Jessica de Rooij crea
una banda sonora aún más simplona que en la primera parte, mientras el guión
resulta no solo una oda al disparate, si no también propone giros demasiados
forzados (el dragón, que parece sacado de una versión pirata de la Super
Nintendo; las conexiones con la primera parte; Granger descubriendo su pasado,
de un predecible que aburre). Su reparto tampoco hace por hacer más creíble el
largometraje, con algunas caras algo conocidas como Lochlyn Munro, en un papel
que deja muy atrás su etapa dorada de Scary Movie [Keenen Ivory Wayans, 2000],
y algunas otras que dan la sensación de decirse “por alguna parte hay que
empezar a ser una estrella” (Natalie Burn, aburrida sin más; la modelo noruega
Natassia Malthe, mucho menos aguerrida y violeta que en DOA: Dead Or Alive
[Corey Yuen, 2006]). Rodada en tan solo tres semanas en la Columbia Británica,
algo que se palpa en sus escenarios y su fotografía, muy deficientes (el
castillo del Rey; el poblado de la Santa Madre: todo ello hecho con cuatro
cuartos), su ritmo narrativo a veces es de un lento que pesa en extremo, y sus
escenas de acción tampoco son especialmente destacables por su resolución (la
pelea en el bosque o la primera en casa de Granger, que parecen estar rodadas
por un videoaficionado). Cayendo aún más abajo en el pozo de la mediocridad,
Boll filma una cinta sin carisma ni talento, un prototipo de serie B más
aséptica, y confirma un secreto a voces: que no tiene ni idea de dirigir
películas.
La Puntilla: ¡Díos mío de mi vida!. Pero si la primera
parte ya era terrible, ¿y vas y ruedas una secuela aún más cochambrosa?. ¿Tú
qué te metes, tío?.
Mi
Valoración
★★★★★
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