Vista En: Gnula.nu, sábado 25 de noviembre de 2017.
Título Original: House of the Dead.
Director: Uwe Boll.
Guión: Dave Parker y Mark Altman, basado en una
historia original de Mark Altman y Dan Bates, Inspirado en el videojuego
homónimo, estrenado en 1996. Género: Terror.
Música: Reinhard Besser. Fotografía: Mathias Neumann.
Decorados: Ide Foyle. Vestuario: Lorraine Carson.
Productoras: Boll Kino Beteiligungs GmbH & Co. KG,
Mindfire Entertainment, Brightlight Pictures y Herold Productions. Presupuesto: ±7.000.000 $.
Países: Alemania, Canada y USA. Año: 2003. Duración: 90 minutos. Color
Reparto:
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Personajes:
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Jonathan Cherry
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Rudy
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Ona Grauer
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Alicia
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Enuka Okuma
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Karma
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Tyron Leitso
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Simon
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Will Sanderson
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Greg
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Clint Howard
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Salish
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Jurgen Prochnow
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Kirk
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Ellie Cornell
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Casper
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Michael Eklund
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Hugh
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Kira Clavell
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Liberty
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David Palffy
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Castillo
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Sonja Salomaa
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Cynthia
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un grupo de jóvenes pierden un barco que
tenía que llevarles a una fiesta organizada en una pequeña isla. Alquilando
otro, descubren que el lugar no solo está vacío de los que estaban de fiesta,
si no que una legión de muertos vivientes les persiguen para alimentarse con
sus cuerpos.
Crítica: Destrucción, sistémica y sistemática, del
popular videojuego de tiros en primera persona que viene firmada por el
perpetrador de Siniestro [2000] y Blackwoods [2001], que sitúa la historia
antes de éste y que aprovecha tal vacío para dar rienda suelta a un guión
zarrapastroso provisto de momentos de necedad pura y dura, todo ello servido
con unos efectos especiales dignos de la película más amateur y menos
profesional del mundo (Rudy y el resto de amigos, una panda de descerebrados
con revolución hormonal, herederos de los vistos en Viernes 13 [Sean S.
Cunningham, 1980] y secuelas: carne de cañón que tanto da si viven o mueren;
Jurgen Prochnow: ¿cómo el prota de la suprema El Submarino [Wolfgang Petersen,
1984] puede dejarse caer por una memez de semejante calibre?; la cámara,
rotando 360 entorno a los actores mientras éstos comienzan a pegar tiros a los
zombies: epic moment ridículo al extremo). Errada en su banda sonora y en una
estética con una inspiración videoclipera de discoteca que espanta al más
impávido, House of the Dead se alza como la perfecta antítesis de lo que
debería ser una película de terror, a la que el desmelene del que hace gala la
hunde en la miseria más absoluta (el flashback que explica el pasado de la isla:
¿un monje español medieval con ínfulas de Dr. Frankenstein?. ¡Venga ya!; Clint
Howard, espantoso como esas poses que le dan pinta de sucedáneo muy pobre del
Muse Watson de Sé lo que Hicisteis en Último Verano [Jim Gillespie, 1996]; las
inserciones, esporádicas y cansinas, de escenas del videojuego original, que
aparecen sin sentido ni objetivo). Barriobajera y esperpéntica hasta la nausea,
Uwe Boll evoca a los tiempos de Super Mario Bros. [Annabel Jankel y Rocky
Morton, 1993] con un largometraje tan negligente y aberrante como para dar
vergüenza ajena. Y lo del desfile de chicas semidesnudas gratuitamente...muy
innecesario.
La Puntilla: Hay superproducciones. Pelis de serie B
simpáticas. Las de serie Z tontas pero que te ríes. Y luego esto, que ni gracia
hace.
Mi
Valoración
★★★★★
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