Vista En: Cines Cinebox (Corvera), sábado 14 de julio de 2007.
Título Original: Harry Potter and the Order of Phoenix.
Director: David Yates.
Guión: Michael Goldenberg, basado en la novela homónima de J.K. Rowling, publicada en 2003. Género: Fantástico.
Música: Nicholas Hooper. Fotografía: Slawomir Idziak.
Decorados: Stephenie McMillan. Vestuario: Jany Temime.
Productora: Warner Bros. Presupuesto: ±150.000.000 $.
País: Reino Unido. Año: 2007. Duración: 138 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Daniel Radcliffe
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Harry Potter
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Emma Watson
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Hermione Granger
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Rupert Grint
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Ron Weasley
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Maggie Smith
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Minerva McGonagall
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Michael Gambon
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Albus Dumbledore
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Robbie Coltrane
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Rubeus Hagrid
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Alan Rickman
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Severus Snape
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Tom Felton
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Draco Malfoy
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Matthew Lewis
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Neville Longbottom
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Evanna Lynch
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Luna Lovegood
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Helena Bonham-Carter
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Bellatrix Lestrange
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Imelda Staunton
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Dolores Umbridge
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harry Potter comienza el quinto año en Hogwarts conociendo a una nueva alumna, la excéntrica Luna Lovegood, y enfrentado a la insufrible profesora Dolores Umbridge, negada a enseñar magia defensiva. Sin opción, Harry crea el Ejército de Dumbledore como defensa ante el inminente ataque de Lord Voldemort, tras su resurrección el año pasado.
Crítica: David Yates, cuarto director de la saga tras Chris Columbus, Alfonso Cuarón y Mike Newell, encabeza un proyecto cuyo cambio de guionista lastra la producción como un saco de piedras. Michael Goldenberg, que reemplaza a Steve Kloves, hace lo que puede adaptando el libro más denso de la saga (800 páginas, ahí es nada), eliminando gran parte de la trama literaria así como de varias escenas. Como contrapunto, ofrece escenas y personajes que le dan un poco de brillantez a la película (Evanna Lynch, el hallazgo de la película, que hace de Luna toda una robaescenas; el inicio, con el ataque a Harry por parte de los dementores; la reunión en Hogsmeade), la cual luce más oscura y más amenazante que sus predecesoras, gracias entre otras cosas a la partitura de Hooper y a la fotografía de Idziak, que alejan la acción de todo atisbo de luz y alegría. Una desazón encarnada en Dolores Umbridge (una Imelda Staunton fantástica, insoportable y del todo salida de madre), y en un libreto salpicado de pasajes truculentos y dramáticos, que acaban siendo bastante plomizos (el imparable ascenso de Umbridge; el paulatino aislamiento de Harry; sus clases de oclumancia con Snape) pero que por fortuna son contrarrestados con otros algo más livianos, en un intento de quitarle hierro al asunto (Harry, haciendo sus pinitos como profesor; Fred y George, jugando con fuegos artificiales; el primer beso de Harry, de un casto imposible. ¿De verdad en Hogwarts son tan exageradamente célibes?). Añadiendo más personajes al reparto, lo que sirve para seguir insuflando nuevos aires a la saga (Helena Bonham-Carter, la cual parece sacada de las pelis de Tim Burton) Yates rueda un film con una genial batalla mágica, a caballo entre lo humano y lo extraordinario, en que a pesar de algunos altibajos, consigue aguantar el tipo lo suficiente para no hundirse en las procelosas aguas de lo decadente. Y Ralph Fiennes está impecable.
La Puntilla: “La profe me odia, el dire pasa de mí y mi archienemigo viene a matarme. ¿Seguro que no son paranoias mías, doctor?”.
Mi
Valoración
★★★★★
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