“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Hellraiser: Bloodline [1996]

 Publicado El: Jueves, 16-Nov-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002341.
 Vista En: Gnula.nu, miércoles 14 de noviembre de 2017.
 Título Original: Hellraiser: Bloodline.
 Director: Kevin Yagher, firmando como Alan Smithee.
 Guión: Peter Atkins. Género: Terror.
 Música: Daniel Licht. Fotografía: Gerry Lively.
 Decorados: Stoney Emshwiller, Claire Levinson, Neil O’Sullivan y Trevor Rudolph. Vestuario: Dayna Cussler y Eileen Kennedy.
 Productoras: Dimension Films, Trans Atlantic Entertainment, Hellraiser IV Partners y Miramax. Presupuesto: ±4.000.000 $.
 País: USA. Año: 1996. Duración: 85 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Doug Bradley
Pinhead
Bruce Ramsay
Phillip L’Merchant/John Merchant
Valentina Vargas
Angelique/Campesina  
Charlotte Chatton
Genevieve L’Merchant
Christine Harnos
Rimmer
Adam Scott
Jacques
Kim Myers
Bobbi Merchant
Mickey Cottrell
Duc de L’Isle
Louis Turenne
Auguste
Courtland Mead
Jack Merchant
Jody St. Michael
La Bestia 
Paul Perri
Edwards/Parker sin piel

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: En el año 2127 un famoso científico, Paul Merchant, es apresado tras secuestrar su propia estación espacial. Detenido por un equipo de asalto Merchant le cuenta a uno de ellos, Rimmer, la historia de su linaje familiar, y  la unión entre sus descendientes y una caja inventada por su antepasado que fue objeto de brujería para ser una puerta al mismísimo Infierno.

 Crítica: Aparatosa cuarta entrega de la franquicia Hellraiser torpedeada de manera sistemática por las discrepancias entre los productores y su director, reputado diseñador de efectos especiales y maquillador Kevin Yagher, quien firma con pseudónimo precisamente para desvincularse de un proyecto que es lastrado por una trama confusa y deslavazada (el prólogo, comenzando en el 2127 para casi automáticamente saltar a 1796 y posteriormente a 1996, en un juego temporal que no ayuda nada a aclarar su puzzle; las voces del doblaje, un atentado contra los oídos, asépticas y que no encajan con los actores del reparto: la de Pinhead es con diferencia la menos creíble; Valentina Vargas, una auténtica femme fatale en el sentido más infernal de la palabra). Con un diseño de producción de pura serie B deslustrado y unos efectos especiales de colocón delirante a base de anfetas, Hellraiser: Bloodline es un desastre que hace aguas desde el minuto uno, convirtiendo lo que debería de haber sido un trabajo brillante en una nadería insufrible (el modo de dar origen a la infame Configuración de las Lamentaciones, otro punto de escepticismo que cuesta digerirlo en su explicación; el equipo de asalto inicial, típico y típico grupo de soldaditos altamente cualificados puestos solo para morir de la manera menos agradable posible; el final, tomando algo ya visto en la película pero a escala mucho mayor: un anticlímax en toda regla). Con una banda sonora que huele a reciclaje del original sin aportar novedad alguna, la cinta demuestra una descoordinación flagrante entre sus partes, con un sosísimo Bruce Ramsay de improbable héroe, un vestuario apenas vistoso (la parte de 1996, un atentado al buen gusto) y un Doug Bradley que, igual que en Hellraiser III: Infierno en la Tierra [Anthony Hickox, 1992], se enmarca como lo único que en verdad tiene algo de interés. A pesar de una voz digna del museo del horror.

 La Puntilla: Es penoso ver como una saga que empieza bien desbarranca más a cada nueva secuela. El precio a pagar por la comercialidad.

 Mi Valoración
 ★★★★

 Valora la crítica

 Valora la película

No hay comentarios:

Publicar un comentario