Vista En: Cine Marta & María (Avilés), sábado 3 de julio de 2004.
Título Original: Harry Potter and the Prisoner of Azkaban.
Director: Alfonso Cuarón.
Guión: Steve Kloves, basado en la novela homónima de J.K. Rowling, publicada en 1999. Género: Fantástico.
Música: John Williams. Fotografía: Michael Seresin.
Decorados: Stephenie McMillan. Vestuario: Jany Temime.
Productora: Warner Bros. Presupuesto: ±130.000.000 $.
País: Reino Unido. Año: 2004. Duración: 142 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Daniel Radcliffe
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Harry Potter
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Emma Watson
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Hermione Granger
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Rupert Grint
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Ron Weasley
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Maggie Smith
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Minerva McGonagall
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Michael Gambon
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Albus Dumbledore
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Robbie Coltrane
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Rubeus Hagrid
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Alan Rickman
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Severus Snape
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Tom Felton
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Draco Malfoy
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Matthew Lewis
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Neville Longbottom
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David Thewlis
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Remus Lupin
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Gary Oldman
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Sirius Black
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Emma Thompson
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Sybil Trelawney
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harry Potter inicia su tercer año en Hogwarts con el peligro de caer bajo las garras de Sirius Black, un criminal fugado de Azkaban, la prisión de los magos. Junto a Ron y Hermione intentará atraparle pese a la oposición de Dumbledore, buscando eludir también a los dementores, los carceleros de Azkabán, capaces de absorber la felicidad de las personas hasta matarlas.
Crítica: Con el abandono de Chris Columbus como director, la tercera de las aventuras del niño mago abandona también su tono para niños, adentrándose en la adolescencia y en temáticas más oscuras y siniestras (se nota el cambio físico de sus protagonistas). Una película marcada a su vez por el reemplazo forzoso de Richard Harris tras su defunción, siendo sustituido por un Michael Gambon que recrea a Dumbledore de forma magnífica (su primera aparición, sin ir más lejos). Usando un marcado tono alegre y despreocupado, Cuarón se lo pasa en grande en una aventura por instantes desmadradísima (Harry en el autobús nocturno: una escena que se antoja demasiado corta), pero que sabe también moverse hacia terrenos algo más lúgubres que sus predecesoras (los propios dementores, de naturaleza espeluznante; Harry, volando por un cielo tormentoso; éste, deambulando solo por la noche) y también más dramáticos (Lupin y Harry, charlando a solas en un puente; éste, espiando una charla en Hogsmeade). Contando con un reparto cada vez más amplio, esto se traduce en escenas que a veces no permiten desarrollar a éstos, quedándose en meras anécdotas secundarias, pero que confieren una amplia gama de matices a una trama llena de detalles (el Mapa del Merodeador; Hermione, surgiendo de la nada en varias ocasiones; la clase de Lupin con un boggart) y de actuaciones que oscilan entre lo soberbio y lo estrambótico (Emma Thompson: ¿en serio es la misma que hizo En el Nombre del Padre [Jim Sheridan, 1993]?). Un film acompañado también de extraños cambios (la casa de Hagrid, que de pronto está situada muchísimo más lejos que antes) pero de instantes de una belleza absoluta (Harry, volando sobre un hipogrifo) y que sin grandes diferencias en vestuario y fotografía, supone el cambio de aires que la saga necesitaba para ir madurando debidamente. Harry ya no es un niño, y se nota. Vaya que sí.
La Puntilla: “Los dementores me atacan sin parar y tu única cura es un trozo de chocolate. ¿Se puede saber qué clase de chocolate me estás dando?”.
Mi
Valoración
★★★★★
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