Vista En: La Sexta 3, miércoles 5 de octubre de 2011.
Título Original: Dirty Harry.
Director: Don Siegel.
Guión: Harry Julian Fink, Rita M. Fink y Dean
Riesner, basado en una historia original de Harry Julian Fink y Rita M. Fink,
con colaboración no acreditada de Jo Heims, John Milius y Terrence Malick. Género: Acción.
Música: Lalo Schifrin. Fotografía: Robert Surtees.
Decorados: Robert DeVestel. Vestuario: Glenn Wright.
Productoras: Warner Bros. y The Malpaso Company.
Presupuesto: ±4.000.000 $.
País: USA. Año: 1971. Duración: 102 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Clint Eastwood
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Inspector Harry Callahan
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Harry Guardino
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Teniente Al Bressler
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Reni Santoni
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Inspector Chico Gonzalez
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John Vernon
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Alcalde de San Francisco
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Andrew Robinson
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Escorpio
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John Larch
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Jefe de Policía
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John Mitchum
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Inspector Frank ‘Fatso’ De Giorgio
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Mae Mercer
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Sra. Russell
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Lyn Edgington
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Norma Gonzalez
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Ruth Kobart
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Marcella Pratt (conductora de bus)
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Woodrow Parfrey
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Sr. Jaffe
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Josef Sommer
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Fiscal del Distrito William Rothko
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harry Callahan, inspector de la policía de
San Francisco, debe detener a un peligroso asesino que se hace llamar Escorpio
y que tras matar a una chica envía una carta al alcalde, amenazando con
asesinar una persona por día si no pagan una gran suma de dinero. Esto obligará
a Callahan y a su compañero, Chico González, a buscar el modo de meterle entre
rejas.
Crítica: Expeditiva película de acción claramente
inspirada en los crímenes del Asesino del Zodíaco, con la que Clint Eastwood
abandona los westerns al estilo de El Bueno, el Feo y el Malo [Sergio Leone,
1964] y se convierte en una suerte de antihéroe en la piel de un policía con
una muy particular visión de como hacer su trabajo (su forma de enfrentarse a
un suicida, haciéndola una petición muy peculiar para de ese modo captar su
atención; su charla con el alcalde, un muy breve John Vernon, demostrando la
idiotez o ingenuidad de los gobernantes; su encuentro con el Fiscal del
Distrito, que ofrece un atisbo de las trabas de un sistema legal empantanado en
trámites y demás papeleos: una charla coronada con una sola frase atenazante).
Con un inicio potente y una serie de secundarios que dan algo de vida al
conjunto, Harry el Sucio es un largometraje espléndido no tanto sobre asesinos
y sus motivaciones como sobre la cruzada de un policía que ve al mundo irse por
la pendiente del mal de la manera más irremediable (el prólogo, con un irónico
Callahan soltando un discursito que a un atracador se los pone de corbata:
pista crucial de por donde van los tiros; Escorpio, contratando a un maleante
para que le pegue una paliza y así acusar a Callahan de ello: la defensa de
éste sobre el estado de Escorpio es involuntariamente cómica; el primer
encuentro entre ambos, con el primero torturando al segundo con tal de
encontrar a una chica que ha secuestrado y escondido en alguna parte).
Maravillosa en la banda sonora de Lalo Schifrin como agradecida en la luminosa
fotografía de Robert Surtees, la película cambia las coordenadas del cine de
acción al transformar a su héroe en un antihéroe con el que es difícil no
identificarse (su charla con la mujer de Chico González, que explica su
carácter), y cuyo final, sin casi palabras, le deja todo atado y bien atado. Un
nuevo icono del cine in etérnum.
La Puntilla: Cuando la ley ayuda más al criminal que al
ciudadano de a pie, es cuando ya no protege. Y cuando el criminal se aprovecha.
Mi
Valoración
★★★★★
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