Vista En: TCM, lunes 21 de enero de 2002.
Título Original: House on Haunted Hill.
Director: William Castle.
Guión: Robb White. Género: Terror.
Música: Von Dexter. Fotografía: Carl E. Guthrie.
Decorados: Morris Hoffman. Vestuario: Norah Sharpe y Roger J. Weinberg.
Productoras: William Castle Productions. Presupuesto: ±200.000 $.
País: USA. Año: 1959. Duración: 75 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Vincent Price
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Frederick Loren
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Carol Ohmart
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Annabelle Loren
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Richard Long
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Lance Schroeder
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Alan Marshal
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Dr. David Trent
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Carolyn Craig
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Nora Manning
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Elisha Cook
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Watson Pritchard
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Julie Mitchum
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Ruth Bridgers
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Leona Anderson
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Sra. Slydes
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Howard Hoffman
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Jonas
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Esqueleto
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Él mismo
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Frederick Loren, un millonario algo
excéntrico, prepara para su mujer una especial fiesta de cumpleaños en una
mansión con una leyenda de fantasmas y asesinatos a sus espaldas. A la fiesta
acuden cinco extraños a los que Loren promete 10.000 dólares si consiguen
sobrevivir la noche entera en la mansión, en donde empiezan a pasar extraños
acontecimientos.
Crítica: Sobrecogedora y a la vez inquietante
propuesta de terror de manos de El Rifle que Conquistó el Oeste [1955] y
Conspiración en Houston [1956], a la que la presencia de un exquisito, irónico
y socarrón Vincent Price le viene como anillo al dedo, amén de una ambientación
y una puesta en escena que va sencilla y discretamente creando un miedo
constante (el inicio, en el que los invitados a la fiesta llegan lentamente en
coches fúnebres a la mansión Vannacutt: ¿un símbolo de ir en procesión a su
propia muerte?; la relación de Loren con Annabelle, repleta de tensiones y
frases con doble sentido; Nora, comprobando el resonar de una pared, solo para
encontrar a su espalda una figura amenazadora). Elegantísima en su blanco y
negro como muy certera en sus secundarios, a destacar especialmente Elisha
Cook, la película tiene en su brevedad el mayor tesoro para hacer de ella un
espectáculo divertido algunas veces y más atenazador las demás, sobria y
efectiva en las actuaciones como contenida en sus pasajes fantásticos
(Pritchard, un alcohólico atribulado por los recuerdos de la casa y su familia,
siempre recelando sobre las intenciones de los fantasmas; la histeria de Bridgers
al sentir como “algo” cae del techo para mancharle la mano; la mansión, un
sitio de siniestra apariencia visto por fuera, y aún más por dentro: lo del
sótano es una buena pista sobre ello). De inicio más que estupendo y una acción
que va llenando su metraje de maldad (Pritchard y Loren, hablando a la cámara
visibles solo por su cabeza, como si fuesen espectros sin cuerpo), titulada
también La Mansión de los Horrores, es una película no solo vistosa si no
magnífica en su conjunto, una cinta sobre el típico relato de casa encantada
con mucho de ingenio (el médico y sus teorías acerca de la histeria:
racionalismo del siglo XX puro y duro), y otro tanto de sublime. Un recetario
de como asustar sin siquiera una sola gota de sangre.
La Puntilla: ¿Casa encantada, o solo una alucinación?. Si
lo segundo ya de por si es malo...imagínate si llega a ser lo primero.
Mi
Valoración
★★★★★
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