Vista En: Youtube, sábado 25 de febrero de 2017.
Título Original: Home Sweet Home.
Directores: Pierre Clenet, Romain Mazevet, Paccolat
Stéphane y Alejandro Díaz.
Guión: Paccolat Stéphane. Género: Animación.
Música: Valentin Lafort. Dirección Artística: Alejandro Diaz-Cardoso y Romain Mazevet.
Productora: Supinfocom. Presupuesto: [Desconocido].
País: Francia. Año: 2013. Duración: 10 minutos. Color.
Voces Originales:
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Personajes:
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[Inexistente]
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harto del decaído vecindario en donde vive,
una casa se arranca de los cimientos en donde se aposenta e inicia un viaje en
solitario en busca de un nuevo lugar en donde establecerse. Encontrándose un
mundo desolado y vacío de humanos, en su odisea se une un viejo caserón,
recorriendo juntos toda clase de paisajes mientras buscan su anhelado nuevo
hogar.
Crítica: Muy extraño cortometraje dotado de una gran
visual, que no tanto en lo narrativo, cuyo acabado digital en 3D le confiere
una pátina espléndida a la hora de recrear cuantos paisajes se asoman a lo
largo de sus diez minutos de duración, y que sorprende por la elección de sus
personajes principales, a los que un detalle aquí y allá permite crear una
cierta personalidad al margen de todo diálogo, del que éste prescinde para
dejar que las imágenes sean las que cuenten la historia (el inicio, en uno de
esos barrios abandonados propios de Detroit, con las casas y la calle misma en
un estado de ruina definitivo; lo desolado de carreteras y autopistas, sin
rastro de vida ni coches como si algo hubiera barrido a la humanidad de un
plumazo en toda la Tierra; el diseño de las casas, acogedor el protagonista,
algo más desvencijada su compañera). Un producto cuyo rematado no es tan redondo
como podría haber sido, lo que la deja como un film a medio terminar, preciso e
impactante en sus colores y en sus paisajes, pero lastrado por una historia a
la que le falta algo de corazón para empatizar con ella a niveles mucho más
profundos, quedándose y para mal en su superficie (el encuentro de la casa
joven con una autocaravana en un lago congelado, casi como abriendo una
subtrama secundaria que no llega a serlo: a pesar de ese no le falta cierto
encanto; su epílogo, abierto de modo que todo queda sin aclararse como es
debido y que deja una duda al aire: ¿y si el auténtico protagonista fuese la
casa vieja y la otra joven solo hiciera las veces de introductor?; ésta,
intentando ayudar a su amiga a dar con algo que reemplaza su bastón: una
instante tan insólito como su resolución). Si bien no llega a la grandeza que
parece alcanzar, tampoco acaba siendo un disparate de tres al cuarto,
quedándose en una acomodada posición de medianía. Una mini-historia correcta,
pero que sin duda podría haber dado más de si.
La Puntilla: Si tienes una idea, llévala hasta las últimas
consecuencias. De lo contrario, hagas lo que hagas, quedará tan coja como la
casa vieja.
Mi
Valoración
★★★★★
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