Vista En: Gnula.nu, viernes 17 de noviembre de 2017.
Título Original: Hellraiser: Deader.
Director: Rick Bota.
Guión: Neal Marshall Stevens y Tim Day. Género: Terror.
Música: Henning Lohner. Fotografía: Vivi Dragan Vasile.
Decorados: Dan Toader. Vestuario: Carmen Cristea.
Productoras: Dimension Films, Stan Winston Productions,
Neo Art & Logic y Castel Film Romania. Presupuesto: ±4.000.000 $.
Países: USA y Rumanía. Año: 2005. Duración: 88 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Kari Wuhrer
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Amy Klein
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Paul Rhys
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Winter LeMarchand
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Simon Kunz
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Charles Richmond
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Marc Warren
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Joey
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Georgina Rylance
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Marla
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Doug Bradley
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Pinhead
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Ionut Chermenski
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Líder del grupo
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Hugh Jorgin
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Reportero arrogante
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Linda Marlowe
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Betty
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Madalina Constantin
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Anna
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Ioana Abur
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Katia
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Daniel Chirea
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Padre de Amy
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Amy Klein, una ávida reportera, viaja a
Rumanía después de que su jefe le mostrase un video de un asesinato y una
supuesta reanimación. En su búsqueda se encuentra muerta a Marla, la chica del
video, portando en sus manos la Configuración de las Lamentaciones. Esto le
pone en contacto con Pinhead, pero también con una secta de muertos
resucitados.
Crítica: Demostrando que cuando quiere siempre puede
superarse, Rick Bota dirige con su segunda película una infausta e inane fábula
de pseudoterror en la misma línea que su debut Hellraiser: Hellseeker [2002],
yéndose a Bucarest para perpetrar un verdadero bodrio aburrido hasta extremos
indecibles, que mete conexiones con Hellraiser: Bloodine [Alan Smithee, 1996]
pero que más allá de sus grotescas pretensiones de inspirar miedo solo genera
una continua sensación de sosería, revalidándose por enésima vez el estigma de
la calidad inexistente cuando se rueda en Europa del Este (Klein, la clásica
periodista de investigación caída en desgracia, en busca de una noticia que la
devuelva la fama perdida; las dos visitas de ella a un tren donde hay para dar
y tomar, la primera de lo más excesiva y recargada, y la segunda más
sanguinolenta: ejemplo de lo vacuo que puede llegar a ser una película; los
flashbacks de la infancia de Amy, donde el asco sí que hace acto de presencia
aunque solo de forma muy intuida y solapada). Mediocre e insípida incluso en un
Pinhead que da pena y dolor de ver como puede degenerar un personaje tan
emblemático, Hellraiser: Deader {algo así como “muerteros”} es una calamidad
por enteros digna del escarnio y el ridículo más bochornoso poniendo de relieve
hasta qué punto una saga llegar a decaer solo por mantenerse activa (Doug
Bradley: al igual que Robert Englund con Freddy Krueger, sin él la cosa no
sería lo mismo a pesar de los pesares; Amy, despertándose en la cama,
encontrándose que tiene “algo” en la espalda; el clímax final, metiéndose de
nuevo a ser todo lo que debería, convirtiéndose en un completo desmadre falto
de coherencia y de sentido común). Pésimo en música y fotografía al igual que
en progresión narrativa, la cinta es una chanza de tomo y lomo, y un insulto a
todo amante del terror que se precie de serlo, denigrante a límites
inconcebibles.
La Puntilla: El verdadero terror es rodar en Europa del Este. No hay manera alguna de que de allí Hollywood saque algo decente o acertado.
Mi
Valoración
★★★★★
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