“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Hellraiser: Inferno [2000]

 Publicado El: Viernes, 17-Nov-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002342.
 Vista En: Gnula.nu, jueves 16 de noviembre de 2017.
 Título Original: Hellraiser: Inferno.
 Director: Scott Derrickson.
 Guión: Paul Harris Boardman y Scott Derrickson. Género: Terror.
 Música: Walter Werzowa. Fotografía: Nathan Hope.
 Decorados: Greta Grigorian. Vestuario: Julia Schklair.
 Productoras: Dimension Films, Miramax y Neo Art & Logic.
 Presupuesto: ±2.000.000 $.
 País: USA. Año: 2000. Duración: 96 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Craig Sheffer
Detective Joseph Thorne
Nicholas Turturro
Detective Tony Nenonen
James Remar
Dr. Paul Gregory
Doug Bradley
Pinhead
Nicholas Sadler
Bernie
Noelle Evans
Melanie Thorne
Lindsay Taylor
Chloe
Matt George
Leon Gaultier
Michael Shamus Wiles
Sr. Parmagi
Sasha Barrese
Daphne Sharp
Kathryn Joosten
Madre
Jessica Elliot
Madre de Joseph, de joven

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Joseph Thorne es un corrupto detective de la policía de Denver habituado a las drogas y a las prostitutas a fin de mantenerse equilibrado en el cumplimiento del deber. Cuando una con la que ha estado aparece muerta pide ayuda a su compañero para encontrar al asesino, un ser conocido como El Ingeniero, sospechoso también del secuestro de un niño pequeño.

 Crítica: Debut en la dirección de Scott Derrickson después del corto Amor en las Ruinas [1995], perpetrando una patraña infumable que en realidad es un remake no oficial ni confeso de El Corazón de Ángel [Alan Parker, 1987], con la que Craig Sheffer demuestra no quedar ni rastro de la joven promesa de El Río de la Vida [Robert Redford, 1992] y cuya puesta en escena es una serie Z de pura antología de lo absurdo, acumulando momentos imposibles (Pinhead, cuyo peso en la trama se limita a apenas diez minutos de metraje, quince y tirando de largo: un remiendo delirante del Robert De Niro de la película de Parker; Nicholas Turturro, condenado a papeles de policía desde Policías de Nueva York [1993], ejerciendo de lo mismo con el mayor de los sinsabores; el clímax final, revelándose como un anticlímax por la forma de concluir lo que es una trama que parece sacada del archivo especial de “copias desechadas”: esperpéntico). Torpe y desgarbada al igual que aburrida hasta la extenuación en su justita hora y media de duración, ni uno de solo de los apartados como la música o la fotografía consiguen salvar, ni de misericordia, una tropelía en grado sumo que desperdicia tiempo y dinero en una intriga predecible a un año-luz de distancia (Thorne, poniendo en un bar una cinta VHS que le han mandado para conocer su contenido: ¿un poli exhibiendo una posible prueba en un lugar público en vez de hacerlo en la comisaría o por lo menos en su casa?; los efectos especiales y de maquillaje, mediocres con la muy honrosa excepción de Pinhead para mantenerse fiel a su perturbadora apariencia; la charla entre Thorne y Nenonen en un bar acerca de la escena del crimen, en la que el segundo descubre algo del primero que desconocía). Una producción que no luce los millones que costó, evidenciando una calidad nula, ejecución inexistente y un resultado aberrante por el tufo que destila a vulgaridad.

 La Puntilla: ¿Y de verdad nadie se olió el plagio?. Pero si canta más que un sobaco después de dos meses sin ducharse.

 Mi Valoración
 ★★★★★

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